Anoche se despertaron mil sueños atrapados en mi mente. Tantos años acunándolos para que durmiesen el sueño eterno y, en un descuido, sin pretenderlo, han salido todos a la vez. Y lo que más me ha divertido es ver su sorpresa al no sentirse únicos. Se miraban recelosos, se gritaban enfadados, reclamaban mi atención por separado, mientras yo, sin sentir ni frío ni calor, me he limitado a observarlos.
El primero, llamémosle D. Alegría, se va haciendo mayor. Sabe que le quise mucho, casi tanto como dolor me causó su ausencia, pero no deja de ser un amor de primeriza en el que pude confundir todo con las hormonas revueltas por una gran pasión. Su pelo ahora es cano y ha dejado de ser el aprendiz de profesor para sentarse en el gran sillón del catedrático que de forma muy renombrada, ejerce la abogacía. Su risa contagiosa, es la misma; su sonrisa que enamora, aún la conserva. He visto que le ha tratado bien la vida y eso me alegra.
Después de D. Alegría se despertó…llamémosle D. Psicópata, un ser con quien compartí tres años de mi azarosa vida y me pasé los tres preguntándome qué es lo que realmente queríamos ambos. Cuando lo descubrí, que por mi parte, al menos, era perderlo de vista, tuve conocimiento de su enfermedad mental, por supuesto, no diagnosticada oficialmente, pero una que sin ser muy lista no tiene un pelo de tonta, supo atar tantos cabos sueltos y le diagnostiqué, segurísima de no equivocarme. Ya está totalmente calvo limitando sus hazañas de escaladas a la subida y bajada de alguna que otra escalera de discotecas pasadas y sigue ganándose la vida con su honorable profesión de llevar y traer papeles y contar plazos sin equivocar a los abogados con los que trabaja.
Más perezoso en despertarse ha sido D. Equilibrio, pero claro, lleva muchísimos menos años durmiendo que los anteriores. Permanece igual, sin alteraciones aparentes, sereno, buscando el amor compañía de una mujer sumisa, que entienda que ser florero tiene un encanto que yo siempre me negué a aceptar. Sigue inalterable el ritmo de su envidiable vida sin obligaciones, excepto disfrutar de su finca, su caza, su barco, sus caballos y su tranquilidad, porque dejó en el camino de la vida, cualquier sujeto y pronombre que no sea “yo” y/o ”mi”, él primero, él segundo, él tercero, él único. Lo cierto es que le miro con mucho cariño; trece años compartidos en los que yo pasaba de ser florero a reclamadora encarnizada de mis derechos básicos con una fluidez pasmosa, han supuesto muchas vivencias, y, la verdad, si no fuese por tanto egoísmo demostrado, visto lo visto que voy viviendo después, hasta podría decir que ha sido el mejor sueño de amor que ha pasado por mi vida.
Creo que luego se despertó D. Mentiras, y digo creo porque conociéndole no me puedo fiar si dormía o fingía. El caso es que también se puso a revolotear, analizando desde la altura de su sillón de psiquiatra al resto de los personajes desatados. Observé su sonrisa picarona que sagazmente emitía un diagnóstico sobre cada uno de los anteriores, y, me pareció percibir una ligera complicidad con D. Psicópata, quizás por compartir ambos la misma enfermedad, en la que la locura y la mentira vuelven loco a quien los trata. Cómo es un sueño reciente no ha cambiado demasiado; sigue llevando el disfraz de cordero para disimular la cabra loca que le ha tocado ser en la vida, aunque se recree en el sueño de ser el lobo feroz con el que sueñan todas las mujeres. Lo cierto es que su estrategia le da resultados; fugaces por su constante necesidad de seguir enamorando como receta para mantener la hombría que la naturaleza le está negando, pero resultados al fin y al cabo. Observé como observaba con envidia el equilibrio de D. Equilibrado, del que tanto me ha oído hablar y al que tanto ha criticado, convenciéndome que no era ese el sueño que yo debía soñar, pues me esperaban otros que me merecían más, colocándose él el primero de la fila. Como no voy a engañarme tengo que reconocer la punzada de dolor por tanto amor que este maestro de la seducción me desató y derramé enloquecida en una vasija rota que es su corazón helado, como el de cualquier otro psicópata. Aún sigo intentando perdonarme tanta torpeza en esta entrega, pero, al fin y al cabo, mi amor fue limpio y sano como él me reclamó, y eso, a mí me honra, aunque no compensa ni justifica tanto dolor que he arrastrado.
Lo cierto es, que se despertaron muchos más sueños de cuyos nombres , os lo juro, ni me acuerdo ni pretenderé acordarme. Por ahí revoloteaban, juguetones, toditos entremezclados, los que viví con los que soñé, los que sentí con los que desprecié, los que me amaron con los que simplemente me utilizaron y con los que yo seguramente utilicé o enredé.
Este es el bagaje de mis sueños de Amor; pobre, lo sé, pero es lo que hasta el momento me ha tocado vivir.
Me queda la vaga esperanza de considerar que, si alguna vez incurro en la torpeza de enredarme con amores, estadísticamente hablando, los buenos sueños de amor estarán a puntito de llegar, porque para malos, léase lo “ut supra “indicado.
Sherezade
Me gusta tu manera de expresar todo ese cariño, estima y amor que has regalado a quienes tú creiste dignos de ello.
ResponderEliminarEs verdad que muchas veces nos equivocamos, decir que el amor es ciego es un tópico, pero esas experiencias siempre nos hacen crecer aunque sea con dolor.
Preciosa y sentida entrada.
Un abrazo.
Me gusta la distancia que tomas para hablar del amor que diste y que a su manera esos sueños compartieron contigo. Es sano tu análisis y bello
ResponderEliminarUn beso
Una maleta de los más interesante, vamos!
ResponderEliminarUn beso, guapa!
Bello equipaje llevas Sherezade.En cuanto al juego hay que afinar más.
ResponderEliminarBesos
Lo cierto es que, a determinada edad, todos llevamos nuestro buen equipaje a cuestas. Pero creo, Sherezade, que cualquier día te aparece D. Él a Secas y, sin saber cómo ni por qué, lo afirmas y sabes que tu alma descansará en la suya. Tiene un poco de todos e, incluso, es tan distinto a todos y a ti misma..., pero cuando te mira te hace sentir en paz, como si hubieras llegado al puerto que siempre andaba esperándote.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo tu blog y ha sido un auténtico placer conocerte.
Otrosí digo que besos y abrazos (fui jurista, lo fui, y ahora soy quien siempre pretendí, o lo intento). Más besos, muchos.
Hola, Sherezade: está muy bien la serenidad lúcida y el poso que da la maduración con las que reflexionas sobre tu peripecia vital. Siempre tenemos ahí el eterno problema entre lo que esperamos de la vida y lo que ésta, que siempre tiene algo de río turbio, nos ofrece. Tuve yo esta noche, por ejemplo, un sueño extraño... pues lo puse en el blog, es una forma de dominarlo. Por cierto, muy bonito y cuidado el tuyo. Gracias, Sherezade,. También por no dejar de contar historias.
ResponderEliminarCuanto pesan las maletas llenas de amores olvidados de alguno que aun palpita en el corazón...Me gusto como llevaste al vacío tu equipaje lo fuiste dejando solo con cada letra que escribiste...
ResponderEliminarBesos
Encontrar el amor está en cualquier lugar: en lo terrenal, en los sueños, en el universo, en las estrellas, etc... pero fundamentalmente en ti misma. Gracias al poder de entrega, siempre serás correspondida -a lo mejor, en el grado que no esperas- pero pese a todo. Siempre existe esa luz violeta intensa... Es nuestra propia vida. Reflexiona, dáte tiempo, dedícate días a ti misma, el tiempo pasa de forma inexorable y no es recuperable.
ResponderEliminarLo mejor de todo es la gran narrativa que haces, pero en caso de amores no hay lineas, ni baremos, ni fronteras... todo es según las vicisitudes de cada un@ y tu forma espiritual.
Perdona por lo extenso, pero creí conveniente decirlo así. Gracias por tu visita. Las puertas están siempre abiertas para todas aquellas personas que sabemos medir el respeto.
Abrazos.
se cargan en las maletas y pesan esos amores... que vivieron y vinieron de sueños de instantes pero que mismo asi cuando llega solo existe ese momento que se vive a plenitud ... lindo texto linda verdad y aun mas tu manera de hacernos llegar tus letras..
ResponderEliminarsaludos
linda semana
abrazos
Cargas positivas en tu maleta, Sherezade, te felicito por llevarlas con altura.
ResponderEliminarAbrazos,
Seguro que te vas para un mes con tu amor, con tanta maleta,
ResponderEliminarun placer pasar por tu casa.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.
Hola, Sherezade. Pues no eres la única, mi niña, yo también tengo una lista...y el peor de todos los míos coincide con uno de los tuyos en nomenclatura y asignación de defectos: Don Mentiroso. Un beso y mis mejores deseos para la semana entrante.
ResponderEliminarSherezade, tus sueños se revelaron...pues están celosos...quizás por no saber comportarse contigo.Nunca hay amor pobre, no digas eso...cada uno aporta cosas distintas, pienso...
ResponderEliminarUn beso y gracias por estar ahí.
¡Feliz semana!
Hola niña de Luna... No te deshagas de esa maleta. En ella se guardan instantes y sueños, y probablemente muchos de ellos no demasiado buenos, o ninguno. Pero seguro que también te han servido para aprender, para madurar, para crecer... Somos lo que vivimos y tus maletas están llenas de vida, hay mucha gente que no tiene ni eso.
ResponderEliminarY sobre todo. Ten por seguro que aparecerá Don a secas. Imperfecto, como somos todos, pero alguien que colmará tu equipaje de todo lo que te mereces y que te hará enterrar en tu memoria el hecho de que hay una maleta de sueños perdidos en algún rincón de tu trastero.
Yo se que así será. Amen.
Millones de besos, qué digo millones, trillones por lo menos :)
Si aparece o no, tu no cejes en la búsqueda. Es el trayecto lo que hará que vayas llenando esa maleta de vivencias y todas te aportarán algo.
ResponderEliminarMaravillosa la entrada de tu blog e impactante.
Me alegra haber llegado hasta aquí y con tu permiso, espero seguir leyéndote.
Besos en la distancia
SOS UNA PERSONA MUY PERCATADA Y SCRUDIÑADORA, TIENES LA CLARIDAD DE TU TIEMPO COMPARTIDO... CREO Q YO NO PODRÍA RECORDAR TANTO, A VER UMMMMMM RECUERDO DOS PERO NO PODRIA RECREARLOS COMO VOS.
ResponderEliminarUN BESO.
VISITAME, T SPERO.