Amanece el Alba sin consuelo
De rocío amargo tiñe el verde
De mis ojos cegados por el llanto
Cruel, cercano, ambivalente
De, en la noche, soñar que me quieres a tu lado
De, en el día, saber que a tu lado no me quieres.
El primer rayo de luz de la mañana
Ciega mi duelo
Ahoga mi llanto
Vence mi miedo
Abraza mi cuerpo y lo sostiene
Para que sobreviva hasta el ocaso
Cuando me poso libremente
En las garras del recuerdo de nuestro amor inerte
Suplicando: tenerte o no quererte,
Buscando un alivio a mi amargura
Que no ceja de vencerme agazapada
En la oscuridad silente de la noche
Para recordarme con susurros en la mente
Que el día que te fuiste fui matada
Para vivir sin sueño eternamente.
Porque no habrá más Amor que me despierte
Ni más amaneceres, ni más flores,
Ni más risas, ni más llantos ni más suerte
Ni más consuelo en mi recuerdo de clamores
Que el frágil deseo de vencerte
Olvidando tus manos y tus besos
Olvidando te quieros susurrados
Olvidando tu nombre para siempre y
Olvidando, que el olvido que pretendo,
Es sólo patrimonio de mi muerte
Donde el primer rayo de luz de la mañana
Cuando entre a buscarme
No me encuentre.
Amanece el Alba sin consuelo
De rocío amargo tiñe el verde
De mis ojos cegados por el llanto
Cruel, cercano, ambivalente
De, en la noche, soñar que me quieres a tu lado
De, en el día, saber que a tu lado no me quieres.
Sherezade