Hoy me he descubierto hablándole al Viento. Quién mejor para difundir mis palabras cautivadas. Quién mejor que él para conseguir que las oiga quien yo quiero, porque no existen obstáculos para el poderoso dios Eolo, quien penetra donde quiere sin reparos de vergüenza y al que he pedido, que cuando a ti llegue, se convierta en suave brisa que susurre en tu corazón tantas palabras en su momento calladas, y que por no dichas, tanto daño nos hicieron. A ambos: a ti y a mí, porque no olvides que fueron dos los corazones yertos, dos las vidas despojadas de cariño y de consuelo. Dos, no lo dudes, y un sueño común de vida matado en el crudo invierno, enterrado en la tierra helada, sin señal que lo recuerde, como si el que durante tantos años fue la luz de nuestras vidas no mereciera nuestro llanto de tormento, ni el germinar el brote de flores en primavera, ni siquiera pervivir en el recuerdo. No podemos visitar su sepultura, porque disparando nuestra rabia olvidamos donde lo abandonamos. Quizás, simplemente, consentimos que lo disipara el viento.
Dos corazones que callan cuando el dolor es inmenso, cuando la soledad ahoga las ilusiones nacidas, cuando no gritan pidiendo al otro consuelo, porque ese otro no escucha, porque es más cómodo el refugio del silencio, porque si se habla se muere, terminan muriéndose ellos, y su amor, y su vida, y su ilusión compartida aún en silencio.
Y, ya ves, por callar casi me muero, y para salvarme yo, abandoné nuestro sueño, y mi casa que es tu casa, y tu vida, nuestros árboles, nuestro pequeño. Me fui. Necesitaba volar, posarme en las cumbres altas, sumergirme en otros mares, escuchar risas de amores, vivir amores sin pautas, sentir que era querida, sentir que era escuchada, que mis palabras no herían, que mi risa no incordiaba, que mi vida era una vida marcada por la esperanza, en la que cualquier palabra del corazón no se juzga, se valora, se acaricia, se atesora, y me fui, arriesgando lo seguro por los sueños desatados de Amor, de Vida o de Nada.
Por eso dejé mi casa, tu casa, por eso me separé en silencio, porque de tanto callar olvidé cómo se habla y así me fui, sin poder decirte nada. Tanto callar emociones enmudecieron mi alma, y mi adiós fue tu sorpresa, tu dolor, tu rabia, y no dudes que la mía, que aún tanto dolor me causa, porque aprendí de tus labios el silencio, de tu coraza la impotencia por atravesarla, de tu soledad la mía, de tu apatía la rabia, esa que agitó mi cuerpo, esa que remolcó mi Alma, y me alejó de tu vida, de la mía, de mi niño, del cerezo, de mis lilos, de mis sueños, de mi casa que es tu casa.
Quizás el viento consiga, en la noche, penetrando en tu morada de sueños, atravesar tu armadura y escuches tantas palabras calladas que aprisioné sin sentido, y que rompieron mi sueño, el tuyo, el nuestro, y quiero que escuches alto, que te lo grite el Viento, que contigo aprendí tanto, de Amor, de Vida de Sueños, que adoraba tu existencia, que deseaba tu encuentro, que si hubieras escuchado alguna de esas palabras, quizás yo, no habría soñado con otros sueños y seguiría en mi casa, que es tu casa y en tu huerto de silencios.
Sherezade
Eso es lo que yo quiero... que me sople ella como el viento.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Sherezade... alguna que otra vez me has dicho en Shalott que dudabas haber escrito alguna de mis entradas. Hoy yo dudo si no habré escrito yo esta... me has dejado muda, sin palabras, sin saber que decir...
ResponderEliminarNo se que decir porque eso que has escrito es justo lo que yo habría dicho. Porque yo también me refugio en el silencio y también entiendo de corazas y armaduras.
Mil besos y kilos de polvo de estrellas que te lleguen con el viento, mi niña.
Con sentido aprecio
ResponderEliminarpara;
que el viento te siga acariciando.
Bienvenida querida amiga.
De regreso
Lo prometido
hay que continuarlo...
Mis huellas te acerco
como antes de partir
En ellas traigo
aromas de un mar bravío
que en el norte se ha quedado
apenado al decirle adiós
Su brisa me llama
y las gotas de batidas olas
que en mi cara se posaron
susurran...
que me sigue esperando
La luna, su eterna amante
con esmerada ternura
en compañía de luceros
van guiando el camino
que me acercan a tu espacio...
Ellos saben que no te olvidé
cuando era poseída por su belleza
tu estabas en mi pensamiento...
por el afecto que siempre
me has demostrado.
María del Carmen
¡Hola! vengo agradecer una visita y me encuentro que tengo que agradecer unas palabras que reflejan como un espejo un sentimiento perdido en el tiempo pero no en la memoria.
ResponderEliminarMe gusta tu blog, un abrazo cálido.
Sonrisa bonita............eso y que me lleve a donde yo quiera con alas transparentes.
ResponderEliminarUn abrazo
Sherezade.
Elena guapa........te lo dije, que sentimos igual y es cierto que cuando leo casi todos tus escritos es justo lo que yo habría escrito. Y a tí te pasa igual. Pues mira, en verano nos ponemos de acuerdo y firmamos por las dos.
ResponderEliminarRecojo el polvo de estrellas preciosa
Sherezade
Gatita Mari Carmen, gracias por regalarme tan lindo poema.
ResponderEliminarUn miau enorme
Sherezade
Alondra, gracias por venir y gracias por tus cariñosas palabras. Ya sabes, si te gusta mi casita, abiertas están las puertas para que entres cuando quieras.
ResponderEliminarSaludos
Sherezade
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMwenudo huracán emocional van a provocar tus palabras en su destinatario. Tanta sinceridad y reconocimiento tienen que remover su corazón por poco sensible que sea. Muy bien expresado estos sentimientos.
ResponderEliminarUn beso
Adrián
Precioso, Sherezade. Me he dado cuenta de que hace mucho tiempo que yo no le hablo al viento...
ResponderEliminarBesos.
Paso como cada semana a dejar nis huellas y a leerte para disfrutar de esta entrada hecha con tanto amor y delicadeza, sabes me hacen pensar tus palabras y soñar algo que no es tan semcillo a no ser que la pluma este muy bien dirigida.
ResponderEliminarUn abrazo de afectos para ti de esta que te ha visitado...
María del Carmen
Hola guapisima!
ResponderEliminarMuy lindo!
Gracias por compartir! Siempre es un grato placer el pasar a visitarte.
Recibe un relajante y cálido abrazo de luz para tu ser.
Beatriz
Eres como un río de sentimientos y tu blog, el mar donde te derramas...
ResponderEliminarUn beso. Gracias por tus palabras en mi rincón y...perdonada ;-).
Te cuento un secreto: el viento es mi confidente, a él le confío mis letras para que las deje volar hasta donde él lo quiera.
ResponderEliminarAbrazos,
Hola Sherezade!
ResponderEliminarque lindo escrito de lo que me he perdido en este tiempo de ausencia, que presioso blog, lleno de sentimiento y delicadeza, me encanta saludos amiga un fuerte abrazo!!