Escucha Bolita:
Te apetezca o no, te lo voy a contar porque te debo una explicación después de haberte sometido a la crueldad de tenerte agazapado a mis hombros aquel 21 de mayo en la Puerta del Sol, rodeados ambos de tantas personas con luces, con gracia, con sueños y, aunque sea difícil entenderlo, con tantas esperanzas, y que tan dignamente proclamaban su indignación entre batukas y cánticos, juegos y proclamas, todo muy respetuoso, eso sí, con la obsoleta jornada de reflexión que a la que obliga la no menos obsoleta y más injusta Ley electoral que nos la impone.
No sé si podrás perdonarme algún día la osadía de haberte arrastrado a aquél evento, en el que tú delicado corazón brincaba atemorizado por el gentío que tanto te aterroriza, pero pudo más mi emoción incontrolada ante los hechos de estar viviendo un momento histórico que me extrajo de mi letargo y pasotismo para subirme a las estrellas de la ilusión. Y porque yo sí creo en la espontaneidad del 15M, como se ha dado en llamar el movimiento, y no quise que tú te quedaras fuera de tanta emoción desatada, y, en este caso, me olvidé de tus ochos kilos y medio y te arrastré sin miramientos a lo que fue para ti un calvario pero para mí alegría, y quise que juntos compartiésemos unas horas con tantos desconocidos amigos con quien compartir el deseo de una nueva forma de vivir la política.
Ya sé que a ti nada de esto te importa, ya sé que nada justifica tu taquicardia continuada porque, además, con esa cara tan guapa que tienes porque en algo te tienes que parecer a mí, tantos te confundieron con una chica y comentaban lo bonita que eres y alargaban sus manos para acariciar tu cabecita., que sé que todo eso te crispó más todavía. Sé que eso fue el colmo para ti, porque eres chico y te gusta serlo, pero tan abrazadito a mí estabas, y con esa carita de desesperación que sólo con tus ojazos negros provocabas compasión que pasaste a ser chica durante tu estancia en la Puerta del Sol.
Pero, mira peludo, ya que compartimos vida, no podía dejarte fuera de la historia en esos momentos. Tenías que ver las mismas pancartas que leía yo, sentir la misma emoción que me estrujaba el alma…..tenías que respirar la fuerza de la esperanza y la respiraste bien, y, como a mí, quería que la piel se te erizase y lo conseguí, lo conseguimos: sentimos la ilusión y la alegría de tantos conciudadanos hartos de desvergüenza y “el todo vale” que para sí lo querría Maquiavelo.
Lo cierto es que vivir el momento lo vivimos y con eso nos tenemos que quedar. Porque, de momento, los politicastros no se dan por enterado del mensaje que está recorriendo medio mundo. Unos han ganado y otros han perdido pero, como todo en la vida, es circunstancial; cambiarán las tornas pero no la existencia de las prebendas ganadas, porque eso es lo que se juegan en las elecciones de este país últimamente, las relaciones de poder que si en algo benefician al más débil es porque en mucho engordan los bolsillos de los más fuertes. Y quizás hasta sea consustancial con la política esta afirmación tan dura como cierta, pero, al menos, que guarden las formas y oculten sus privilegios ante tantos miles y millones de personas para los que un derecho básico como es el labrarse un futuro digno en la sociedad capitalista que habitamos, ni siquiera es ya privilegio de sueño, porque, hasta eso, se les ha robado.
Lo firma una “privilegiada indignada” de este país, que apoya la revolución de los corazones y el despertar de las mentes aletargadas por la apatía sembrada para que nada cambie. Pero han tirado tanto de la cuerda…..que se les ha roto. A ver como la reparan.
Boly, en desagravio voy a comprarte un prado gigante, todo verde y lleno de pelotitas en donde te prometo jugar contigo horas, horas y horas…. a ver si se te pasa el susto.
Sherezade