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17 octubre 2010

MI SECRETO


Arropé mis sueños entre los tuyos
Refugié mi miedo en tu mirada
Sumergiéndome en las olas de tu esencia
Arriesgando mi calma por tus armas

Soñé  tus sueños en mis sueños
Viví los míos envarada
Entre los jazmines de tus besos
Y la grandeza de estar enamorada

Bañada en luz de madrugada
A la sombra de una Luna sin destellos
Despierto las caricias que granabas
Concibiendo el amor que te profeso

Evoco tus labios entreabiertos
Susurrando palabras de alabanza
Al Cielo, por la dicha de tenerme
A mí, por amarte arrebatada

Saboreo el dulce de tu esencia
Atesorada entre los pliegues de mi cuerpo
Vencido por la pasión de mis sentidos
Calmado de la sed con tu secreto

Más sola, en las sombras de la nada
Recuerdo la mentira que fue todo
Tejida por tu mente desalmada
Que, tristemente,
Sólo goza con el martirio que causa

Y recordando tanta vida, tanta savia,
Siento crecer mi tormento
Porque habiéndote querido tanto, tanto
Más que a mi aliento
Sé que sólo fuiste un mal sueño
Que encarcelaste en  mi Alma
Pero al que aún sigo y seguiré queriendo
En secreto,
Cada alba





10 octubre 2010

"LOCA ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ..!



Escribió Juan Ramón Jiménez, en El Sol, sobre la  Elegía escrita por Miguel Hernández tras la muerte de su amigo Ramón Sijé en la Navidad de 1935, el siguiente comentario: "En el último número de la Revista de Occidente publica Miguel Hernández, el extraordinario poeta de Orihuela, una loca elegía a la muerte de su Ramón Sijé y seis sonetos desconcertantes. Todos los amigos de la poesía pura deben buscar y leer estos poemas vivos... Que no se pierda en lo rolaco, lo católico y lo palúdico... esta voz, este acento, este aliento joven de España."

Boly, mi niño, hoy quiero hablarte de un gran poeta y mejor hombre:  Miguel Hernández. Ese libro que me ha acompañado a todas partes los últimos días de José Luis Ferris ( Pasiones, cárcel y muerte de un poeta) trata de ese hombre tan especial. Este año es el centenario del nacimiento del poeta, y estamos colmados  afortunadamente de homenajes a su memoria.  Por mi parte, esta mención, es el muy particular que yo le hago, admiradora  incansable de su obra.

Miguel Hernández murió en la cárcel durante la postguerra española, murió de dolor y rabia que yo lo sé, murió por las tres heridas,  la del amor, la de la vida, la de la muerte como el mismo escribió. Tengo que agradecer a Serrat que me lo descubriera cuando era niña pues en aquella España rancia y oscura de mi inicio de adolescencia se pasaba de puntillas sobre este poeta tan enorme. Pero, llegó Serrat, y ni lo rancio ni lo oscuro pudo con la fuerza de aquellas canciones  con las que aprendí  las letras de los poemas de Miguel Hernández, letras y música  que mis amigas y yo coreamos  una y mil veces a los acordes de mi hoy empolvada guitarra. Pero ¿Sabes Boly? Tuve que crecer y mucho para saborear la profundidad de esas letras, así como también tuve que crecer para admirar el valor de esos poemas, nacidos de un hombre del pueblo llano al que el destino le negó una formación esmerada.

Aunque me veas leer poesía no soy ninguna entendida, pero sé que la técnica de Hernández se pone en entredicho por los expertos en la materia.

Más de lo que sí entiendo son de mis emociones al palpar la aflicción del poeta, resentido con la vida y con la muerte, cuando, ante la partida de su amigo, su dolor afiló la mina del lápiz de su alma y dedicó este intenso y descarnado poema a Ramón Sijé, su amigo del alma a pesar de sus ideologías tan opuestas. 

Este poema nos demuestra y nos regala la grandeza humana de Miguel quien siguió amando a su amigo con independencia de haber elegido cada uno, caminos tan opuestos en sus creencias y pensamiento.

No quiero saber de destrezas semánticas, ni me importan. Me basta y me sobra en todo caso, tanto amor que, con su espontaneidad al escribir, el poeta desparrama y con el que me inunda el alma,  colmándome de caricias de vida y el anhelo de sembrar tal calidad de amor y cariño en y para mis amigos.

Gracias a ambos, por tanto: Miguel Hernández y Joan Manuel Serrat.

Déjame abrazarte Bolita mientras escuchamos juntos la canción de esta Elegía porque sé que volveré a romperme de emoción  por enésima vez cuando la escuche.

Sherezade





(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
 me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
 con quien tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano


de la tierra que ocupas y estercolas,


compañero del alma, tan temprano.


Alimentando lluvias, caracolas


y órganos mi dolor sin instrumento

a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.



Tanto dolor se agrupa en mi costado,


que por doler me duele hasta el aliento.


Un manotazo duro, un golpe helado,


un hachazo invisible y homicida

un empujón brutal te ha derribado.


No hay extensión más grande que mi herida,


lloro mi desventura y sus conjuntos


y siento más tu muerte que mi vida.


Ando sobre rastrojos de difuntos,


y sin calor de nadie y sin consuelo


voy de mi corazón a mis asuntos.


Temprano levantó la muerte el vuelo,


temprano madrugó la madrugada

,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,


no perdono a la vida desatenta

,
no perdono a la tierra ni a la nada.


En mis manos levanto una tormenta


de piedras, rayos y hachas estridentes


sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,


quiero apartar la tierra parte a parte


a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte


y besarte la noble calavera


y desamordazarte y regresarte.


Volverás a mi huerto y a mi higuera:


por los altos andamios de las flores


pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.


Volverás al arrullo de las rejas


de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,


y tu sangre se irán a cada lado


disputando tu novia y las abejas.


Tu corazón, ya terciopelo ajado,


llama a un campo de almendras espumosas


mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas


del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,













compañero del alma, compañero

06 octubre 2010

FANTASMAS DE AMOR







Hoy es el dia. Ha llegado el momento de comenzar a teclear vertiginosamente, sin miedos al bloqueo mental que traen causa del empeño en eludir los fantasmas del dolor que empujan por salir a una realidad que los rechaza.

Decido abrir la caja de mi corazón para que salgan todos, absolutamente todos, y cargada de egoísmo, les ofrezco la libertad de vagar durante toda la eternidad de mi existencia donde quieran, donde plazcan, sin limitaciones, porque prefiero ganarme su amistad y asumirlos en mi cotidianidad, que malgastar mi energía empujando la tapa del olvido que ellos golpean de forma inmisericorde para que no olvide su existencia.

¡Fantasmas amigos!,…. salid, volad, jugad, acercaos……no os temo y os acepto como letras enloquecidas del libro de mi vida; para bien o para mal, sois  personajes necesarios, aunque eso no implica que sigáis siendo los protagonistas. Tuvisteis vuestro momento de gloria, marcasteis mi destino y me dirigisteis a la deriva hasta conducirme a la tierra firme que hoy piso. Por eso, además de liberaros de vuestra prisión, os muestro mi agradecimiento porque el ejercicio de equilibrio realizado para no caerme entre tanto bamboleo al que me habéis sometido, han conformado la figura erguida que hoy paseo, que pisa firme y orgullosa de sí misma, por ser  la autora absoluta de  los aciertos y errores, ambos vuestros progenitores y, sobre todas las cosas, por haber aprendido la lección que, el timón del barco de mi vida, lo manejo únicamente yo y los vientos del destino.

¡Amigos fantasmas!, …os veo salir del arcón del olvido mientras reconozco la cara y la voz de cada uno, recuerdo vuestros nombres, aunque no permito que os acerquéis a mi persona, aún es pronto para que intente acariciaros con ternura; dadme el tiempo necesario para forjar en mi corazón el cariño que sucede a la compasión, el dolor, la indiferencia y el olvido; dadme ese tiempo preciso para admitiros como amigos, compañeros de mi vida, de mi alma, de mi destino, y os prometo, que tras ello, conviviremos en paz, en armonía, en silencio, sin atraparos de nuevo en el cajón del recuerdo enmudecido por el miedo de aceptar, que una vez, fuisteis lo mejor que me había ocurrido, quealguna vez, os quise tanto, que enloquecí de dolor en vuestra muerte de olvido. 

Sherezade

18 septiembre 2010

¿QUÉ YO TE DIJE TE QUIERO?





¿Qué yo  te dije te quiero?
No entendiste bien, cariño
Has confundido el deseo
Con sentires mas profundos

Por si te has enamorado
Recuerda lo que te dije
Cuando besaste mis labios:
Mis besos, suben al cielo
Arrullado entre mis brazos
Pero contienen veneno
De hechizos elaborados
Con pócimas de dolor,
De rabia, de desamparo…
Y si sucumbes a ellos,
Pídele amparo a tu dios
Pues, mientras gozas la rosa,
La espina que la custodia
Hiere cuando se olvida
Que coexiste con la flor.

Amigo,
Querer, lo que se dice querer,
Lo dije sólo una vez,
Y por ello, me maldigo
Porque entregué ese cariño
Jurando ante Dios Bendito
Que  querría hasta la muerte
Y más allá del infinito
Y siendo el pago, el engaño
Mi corazón sin latidos
Quedó muerto y sin reaños
Para gozar del delirio
De un nuevo amor de ilusiones
Que me  arrastre hasta el martirio
De seducir mi razón
Al ensalzar sin sentido
Besos, caricias y abrazos,
Ofrendas de desafíos,
Fantasías de esperanza
En sueños fundamentados
En la arena del olvido.

Por eso me extraña, Amigo
Que te haya dicho te quiero
Quizás confundas querer
Con mi beso enloquecido
Mis abrazos desgarrados
Mis labios entre suspiros
Mis caricias empapadas
En el veneno maldito
De hechizos elaborados
Con pócimas de dolor,
De rabia, de desamparo…
Que convierten el amor
En un perverso espejismo
Cincelado entre mi muerte
Y el deseo enfurecido
Que provoco, aún sin quererte,
Porque querer, lo que se dice querer,
Lo dije sólo una vez
Y por ello me maldigo.

Sherezade

11 septiembre 2010

TU NORTE ES MI SUR







Cada mañana recorro el camino inverso al que tu recorres. Avanzamos en direcciones opuestas en busca cada uno de su Norte, y cuando nos cruzamoste veo llorar, como,  también tú ves mis lágrimas, porque el destino ha querido que tu Norte sea mi Sur, y tu Sur sea mi Norte,  y frente a ello ignoramos como luchar.  No está lejano el día en que nos empeñamos andar juntos el camino, pero cuando tú veías las estrellas yo tocaba la mañana, cuando te abrigabas por el frío yo mitigaba mi calor en el agua, y cuando corríamos hacia el Este, el Oeste se cruzaba, hasta aquel día aciago, en que nos vimos el Alma, y comprendimos que, más poderosa que la fuerza del Amor, es  la del destino, y en la huida de él sólo existen caminos de lágrimas. Cupido nos entrelazó con su flecha,  pero con ella, el Destino,  nos clavó  su guadaña de muerte,  indiferente a la  condena eterna de agonizar por  un querer verdadero , y sabedores ambos, de tanto por regalarnos, aprendimos también que el Norte y el Sur no pueden estrechar sus manos aunque sin el uno el otro no podría existir.

¡Compañero del alma!.. recorre tu camino en busca de tu Norte sin mirar atrás, que yo haré lo mismo, y derramemos nuestras lágrimas en la alegría compartida de soñar que, al final del camino, cuando para ambos muera el Norte, se abrazaran nuestros destinos.

Sherezade

07 septiembre 2010

ESPERANZA




Amanece
Reclamo las sombras de la noche para dormir mis sueños.
En el día, la luz apaga su certeza y los convierte en sólo eso,
Sueños,
De amores din dolor
De sonrisas dadivosas
De guerras sometidas a la Paz
De ilusiones posibles
De sueños de otros sueños más sublimes
De comprensión y  esperanza
De esperanzas amarradas a la barca de la vida
De vientos y  tormentas
 Tormentas que descargan Paz,
 comprensión, ternura
 Vientos que esparcen
caricias, besos, abrazos,
 Convertidos en aromas 
Que fortalecen las almas
E imagino a todas ellas 
  Rodeadas de luz blanca
 Aligerando lo cuerpos
Dignos, bellos sin escamas
limpios de odio y tormentos
Calados de espuma blanca
Que brota de la Esperanza.

Amanece
Reclamo las sombras de la noche para dormir mis sueños.
En el día, la luz apaga su certeza y los convierte en sólo eso,
Sueños,
Que se  disipan
Con la luz negra y la escarcha
De esas almas
Que convierten esos sueños,
De Esperanza, 
En bruma de espuma cana

Sherezade