Buscar este blog

01 octubre 2011

AMISTAD BALDÍA


Querida amiga:

Como bien sabes deseo que al recibo de la presente te esté sonriendo la vida pues si hay algo que no has conseguido es generar odio en la mía. ¿Rabia? Esa sí, pero como el dolor se pasa, se esfuma con el fluir del tiempo y cuando el alma se coloca en la distancia, se ven con claridad aquellos pequeños, pero tan significativos, detalles de egoísmo extremos, que sin mi absoluta ceguera en tu lealtad , su visión me habría ahorrado el dolor por tu abandono en el momento en la que la vida me declaró la guerra a tres bandos, y, ambas sabemos, que tu presencia a mi lado hubiera supuesto la victoria de la amistad y la derrota del vileza, pero, cuando me “degradaron del cargo”, como tantos otros, te alejaste no fuera que te contagiara el virus de la hostilidad que a mí me inyectaron sin reparos.

 Amiga ¿ sabes?, transcurrido este letargo de silencios que desde ahora le pongo el sello eterno, recuerdo tantos momentos de lucha vividos a los que sobrevivimos por la unión y el humor que sembrábamos entre tanto desconcierto. Y esa fue la clave para resistir en ese mundo de caos, trepas y politicastros de tres al cuarto que sólo, cuando entregaste la llave de nuestro bunker a un extraño, cegada  por un enamoramiento más de tantos que embargaban tu monotonía, nos explotó entre las manos lanzándonos al vacío de la intriga.

Amiga, eso es un decir, claro. Tras esa traición susurrada en cada resquicio de por aquel entonces común lugar de trabajo,  me justificabas tu conducta por el dolor en que te sumió la separación de tu marido adorado que se lanzó a los brazos de una ternura que tú ignorabas que requería, porque, al fin y al cabo, eras tú la  dueña de su anillo de casado.  Y, claro, tanto dolor te condujo a seguir cada paso del jefecillo apostado en su nuevo estrado, ese que me odió desde el primer día  por su miedo a que mi gracia, mi alegría y mi experiencia le arrebataran el puesto conseguido por su amistad con ese político algo niñato que lo sacó de la Mancha y lo aupó a un cielo tan falso que aún le hace caminar de puntillas.

¡ Ay amiga! He necesitado vivir tu traición para comprender la estrechez de tu corazón y  tu sonrisa postiza. Y bien sabes que aceptar ese baño de felonía me ha costado la friolera de casi seiscientos días porque, claro, una amiga  no se esconde cuando las dagas se lanzan contra una persona amiga, en este caso yo, pero menos aún, entiendo, se aferra a las manos que empuñan el arma homicida. Y eso que presumías que yo era tu mejor amiga. Pero, a eso, en mi tierra, se le llama cobardía. Y si esa fuera la explicación de tu conducta, hasta lo podría comprender porque, al fin y al cabo, ser amigo de quien cae puede acarrear hostilidades y mira, todos somos humanos; pero no, no es ese el caso de tu vileza, amiga. Eso es lo que más me dolió, aceptar que fue tu pobreza de afecto la que te hizo subirte al tren de la villanía.

Mira, como al principio te decía, nunca te odié aunque sí te añoré, pero tras el encuentro en la casa de nuestra común amiga, comprobé con dolor que la indiferencia por ti era lo único que sentía, y a pesar de los intentos de las tres de regresar en el tiempo y resucitar “el difunto” de nuestro intenso pasado, por mi parte comprobé, que lo tuyo, tu exmarido, tus vivencias y tu suerte, me son absolutamente indiferentes.

Pues lo dicho, amiga mía. Te deseo lo mejor, ya sabes, suerte en la vida, y que tras el 20N con tantos cambios que se avecinan, aquellos por los que me abandonaste, tengan la elegancia, de ofrecerte su regazo en el Estado con un puesto que compense tanta pesadilla, niña.

Quiera Dios que allí descansen para que descansemos lo que, sin ser “hijos de”, ni amiguitos, ni simpatizantes y sin lucir un carné, trabajamos día a día, desde un puesto conseguido sin vender el alma al diablo ni pisotear el alma vecina.

Esto quería contarte, como punto final a esa amistad baldía.

Toda la suerte en la vida, Amiga.

PD/ Se me olvidaba decirte, que aunque perdí todas las batallas, gané la guerra a la vida.

Sherezade

19 septiembre 2011

MI SILENCIO



Escúchame Bolita, escúchame en silencio no sea que si me hablas se me encoja el pensamiento. Cómo a ti te hablo, no me sale hablar a nadie, porque como tu me escuchas, nadie se atreve a escucharme.

Hoy escucho mi silencio…..ese con el que me enredo para  percibir qué siento. Y en susurros me confiesa su temor por mis deseos, que son inocentes sueños de sentir que vivo plena de luces de algarabía, que me regala la vida en un amor que ha llegado sin esperarlo ni pretenderlo.

!Ay, Boli!, Cuando me quieren, no quiero y, sin embargo, quiero querer tanto y tanto a un ser que siempre imaginé en mis sueños.  Pero, cuando el querer no es fantasía, es dolor feroz, y ese dolor, no lo quiero.

Que no lo entiendes, lo sé…que yo tampoco lo entiendo…sólo quería decirte, que mi silencio me abraza entre la vida y el sueño.

Sherezade

23 agosto 2011

DONDE HABITA EL OLVIDO


Mira peludo…. Cuando se agolpan los recuerdos hay que saber ubicarlos en su sitio. Sin esperarlo, un olor, un sonido, una luz se convierten en carrete de fragmentos de tu vida pasada y te transportan a momentos que fueron y no volverán a ser. Pero muchos de esos recuerdos se engalanan de belleza para sumirte en la mas cruda melancolía. El hecho recordado engaña los sentidos  pues suele ocultar la realidad que lo formaba.

Estos días recuerdo nuestros veranos en la Alcarria. La finca de Fuenmayor, en la que tu naciste y en la que tanto disfrutamos. Brotan en mi mente la frondosidad del tilo, la belleza de los olivos y los árboles frutales; el huerto plagadito de tomates, pimientos, pepinos y melones; las higueras y los nogales.  Los cerezos cuajados de flores blancas en  primavera, los rosales con sus frutos del invierno, y el frescor dulce de la parra de uvas blancas sombreando las sillas de forja. La enorme morera de moras blancas; las ardillas correteando entre los pinos y el canto de las cigarras cuando la noche nos visitaba.  Recuerdo también el sauce que en mi honor fue plantado y el invernadero con especies mediterráneas protegidas del frío del invierno. Y los lilos ¿ Cómo olvidarme de los lilos que me regalaban mis flores favoritas?.  Y sigo recorriendo con mi mente cada palmo de aquel sitio; y, si quiero, me sumerjo dulcemente en las aguas de la alberca y siento el frescor del agua bajo el fiero sol manchego. Y así, refrescadita, observo ensimismada la bella puesta de sol, anaranjado, que extenuado de tanto calor, se retira a dormitar en su aposento. Ese era el momento del comienzo del riego de la  pradera, cuando los aspersores nos obligaban a refugiarnos en el porche, o en la casa, o en la nada.

Llegaba la noche tan plagada de estrellas que  nos caían regaladas. Pero es la noche, y entierro mi soledad maldita con la ávida lectura de un libro. En tanto, tu padre, tu hermano y tú jugueteáis revoltosos en derredor mío, ansiosos porque os lance la pelota que me volveréis a traer una y otra vez, y mil veces si fuera necesario; y cuando me canso de compartir vuestro juego, vigilantes os acurrucáis a mi lado y me protegéis de mis miedos, atentos a mis movimientos, sumisos, leales, bellos…..Bolita, en demasiados momentos, vuestra compañía llegó a ser mi única compañía, aunque fuese mi gran compañía. Ahora, siendo osada, voy  a penetrar en estos intensos recuerdos: observa como  abrazo a Busch  y lo acurruco entre mis brazos , como si aún fuese aquel cachorro negro azabache que me sisó el corazón sin miramientos;   mientras, tu hermano  Ros, acostumbrado a ser el último en todo,  espera con avidez su turno de caricias. Escucha como mi corazón late desbocado porque tengo abrazados a ambos, porque siento su palpitar y su aliento, y percibo que me siguen adorando como yo aún les adoro a ellos, mientras   juguetean sobre mi pecho intentando recuperar la pelota de los juegos.

Pero ahora, mi alma vuelve a estar rota por el adiós consumado de aquella parte de vida…..No estés celoso, peludo. A ti aún te tengo y tú me tienes a mí, porque todo lo demás sólo son evocaciones baldías.

Bolita, venga, juguemos a crear los recuerdos del futuro libres de despedidas.

Sherezade

05 agosto 2011

NACE UNA ESTRELLA EN EL CIELO




Un cancer fulminante , en este 5 de Agosto, se ha llevado a mi primo Miguel Ángel  a otra morada más bella, o, al menos, eso espero. Mi admiración eterna a un hombre esencialmente bueno

Te has ido, sin imaginarlo
Te has ido, sin quererlo
Más, la sombra de la Parca se ha acercado sigilosa
Robando tu alma noble de este mundo sin consuelo

Esta noche, mientras tantos te lloramos,
Ríen cada una de las estrellas del Cielo
Porque tú, Miguel Ángel, has llegado
Con tu eterna sonrisa al firmamento.

Si la Tierra  regaste con ternura,
alegría, bondad y con consuelo
Ese Cielo en que ahora moras multiplica
Su luz blanca, con la luz de tu destello.

No es dolor por tu muerte inesperada
Lo que ahoga mi alma en las tinieblas del  resentimiento
Si no el sentir, una vez más, como la vida me arrebata
Un ser al que admiro por su empeño
De enarbolar por bandera,
La alegría, la nobleza y el  afecto.

D.E.P.

Sherezade

01 agosto 2011

CRIMEN A DISTANCIA



Marta es una mujer de mediana edad quien se manifestaba alegre y feliz  hasta que descubrió que Carlos, su marido, con el que llevaba casada trece años, le estaba siendo infiel con la que consideraba su mejor amiga.

Cuando descubrió la traición de su marido sintió que el mundo se abría a sus pies. Le había dedicado toda una vida y, lo más triste, toda la suya la tenía cimentada en la convivencia que habían creado juntos.

Aunque Carlos decidió seguir con Marta y mostró todo el arrepentimiento del que un ser humano es capaz, ella se sentía herida en lo más profundo y no quiso, o no pudo, perdonar la infidelidad de su marido.

Carlos nunca supo de ese rencor guardado por su mujer y que le costaría la vida. Para él, la relación con Marta era mucho más satisfactoria que antes de su aventura y se propuso demostrarlo cada minuto que pasaba con ella, quien recibía, con cara dulce y sonriente, cada regalo con que la agasajaba mostrándose siempre cariñosa y muy enamorada.

Aproximadamente dos años después de la crisis de la pareja, la noche anterior del inicio de un viaje de Carlos a un país sudamericano al que viajaba con cierta frecuencia por motivos de trabajo, le agasajó con una cena preparada por ella misma y consistente en dos de sus platos favoritos: “Puchero de setas” y entrecot de buey, regados con un magnifico vino de Rioja especialmente elegido para la ocasión.

Sabedora de que era la última noche que pasaría con Carlos, Marta se mostró especialmente mimosa con él, haciéndole saber la  tristeza que le provocaba su partida ya que tardaría en regresar varias semanas. Tras la cena, entre lloriqueos y besos apasionados, se prometieron hacer un crucero por las Islas Griegas en el mes de mayo, para rememorar su luna de miel.

A los trece días de su partida, Marta recibió la noticia de la muerte de Carlos por una llamada del socio de su marido.  Desolado le contó que éste, días después de la llegada a su destino, había comenzado a sentirse algo indispuesto, lo que Carlos omitió comentar a Marta en sus llamadas telefónicas para no preocuparla.


Un cansancio se apoderó de todo su cuerpo, y  unos fortísimos dolores de cabeza que intentó atajar con analgésicos fueron los síntomas más relevantes antes de que la muerte lo atrapara sin remedio.  La causa del deceso fue producida por la Malaria, seguramente transmitida por la picadura de un  mosquito tan común en el aquél país de Latinoamérica. A pesar del tratamiento de choque con quinina, nada pudo hacerse, sobretodo porque el enfermo se había resistido los primeros días de tener los síntomas a acudir al médico.

Marta fingió un gran abatimiento seguido de desconcierto por la muerte de Carlos, insistiendo a su socio, mensajero de la desgraciada noticia,  la imposibilidad de que esa fuese la causa real porque Carlos estaba vacunado contra el paludismo.

Y era cierto, el fallecido mantenía sus vacunas en regla porque viajaba al extranjero con frecuencia, pero como  le dijo el socio a su apenada viuda, no era el primer caso de muerte por malaria a pesar de estar vacunado, y aunque los médicos si mostraron su desconcierto por la ineficacia de la medicación suministrada, habían comentado que no era infrecuente este tipo de fallecimientos. Cada enfermo es un mundo y la medicina no es una ciencia exacta.

Finalizada la llamada, Marta se preparó un copa, y se sentó en el porche de su hermosa casa observando las flores de su cuidado jardín, esas mismas que mientras tan amorosamente cuidaba, la acompañaron en la elaboración de su maquiavélico plan durante estos dos últimos años.

Cuando era niña su abuelo la llevaba a recoger setas por los montes de la Alcarria y otros lugares de España. Era un experto en la materia que le enseñó todo lo que sabía acerca de las setas, que era mucho, al igual que aprendió de su abuela las exquisitas recetas para prepararlas.

Dos días antes de la partida de Carlos, Marta no tuvo que alejarse demasiado de la casa para encontrar las setas que buscaba. En el bosque de abetos que había cercano las encontraría fácilmente.  También sabía que el desagradable sabor de la muy venenosa “Cortinarius orellanus” lo paliaría con la exquisitez del sabor de la “amanita de los césares”, favorecido todo ello porque  la textura y color entre ambas se asemejaban. La cayena, el ajo y el brandy mezclado con oporto -secreto de receta de su abuela-  harían el resto de su trabajo de forma eficaz.

Experta en la materia sabía que cuando surtiera efecto el veneno en el organismo de su marido, Carlos llevaría fuera de España una semana al menos, y que sus síntomas de fortísimos dolores de cabeza y agudo cansancio sería fácilmente confundido con el paludismo tan habitual en el país al que viajaría su marido.

Por expreso deseo de la viuda, el cadáver de Carlos fue incinerado y ella misma custodió sus cenizas de regreso a España.

En el mes de Mayo, tal y como habían planeado, Marta realizó el crucero por las islas griegas, acompañada de la urna con las cenizas de su marido. El mismo día del aniversario de su casamiento, coincidiendo con noche de luna llena, las esparció por las aguas del Mediterráneo sintiendo, aunque sólo en parte, restituida su dignidad ultrajada.

Durante las noches que disfrutaba en el magnifico camarote de primera clase que había contratado, decidió que había llegado el momento de “perdonar” a  su traidora amiga Carmela, y se le ocurrió que la obsequiaría con una estupenda cena donde las ostras y las setas serían la reina de la fiesta.



Sherezade
"
 PD/ Esta publicación se corresponde con el escrito publicado en el blog "Trazando Caminos"  cuyo tema del mes de Agosto ( ¿ Es usted un asesino?) me ha correspondido proponerlo a mí, por deferencia de Nerím. 

10 julio 2011

CASTIGADA SIN INTERNET




Mis queridos amigos:

Diecinueve días he estado sin poder conectarme a Internet,  diecinueve que se dicen pronto.  Me llamaron de mi operadora Movistar para ofrecerme una  oferta que parecía interesante que en mala hora acepté. El caso es que hace exactamente 19 días descubro que no puedo navegar, y ahí comenzó un Vía crucis telefónico cuando me indicaron que me habían cortado Internet para poder instalar Imagenio. Sin pensarlo, porque a mi la televisión me importa nada, anulé la oferta contratada aduciendo que nadie me había advertido del corte y que prefería poder navegar.

Como sabéis, cuando llamas a esta operadora que es la que conozco, no puedes elegir con quien hablar, sólo podemos oír la voz de los teleoperadores que, salvo dos excepciones de los quince con los que he hablado, muy amablemente se ofrecen para ayudar, aunque hay que reconocer que, en mi caso, con nula eficiencia.



Desde luego he comprobado las versiones contradictorias que me ofrecían unos y otros, remitiéndome del 1004 al 1002 y viceversa. Promesas de que el problema estaría solucionado en cuarenta y ocho horas máximo me lo han dicho varias veces, y, para seros sincera, hay días en los que ni me he molestado en llamar por el hartazgo en el que me tenían sumida. Pensar que en cada llamada tenía que volver a contar la historia desde el principio me provocaba urticaria emocional, así que como prueba de que los milagros existen, anteayer, una españolita encantadora del servicio técnico decidió tratarlo como avería.

Con esa decisión, el milagro se ha consumado y esta misma mañana se ha solucionado el problema. Y cuando me han dicho la causa, he decidido tomarlo con calma y largarme a refrescarme en la piscina con unos amigos.

A ver, el técnico que manipuló la maquinita para instalar Imagenio y con quien hablé hace quince días para confirmar la anulación, se “olvidó” de hacer el cambio procedente en la Central y, por ese motivo, se me ha negado un servicio que, para algunos, como es mi caso, se ha convertido en esencial.

En definitiva, que si me hubieran instalado Imagenio hubiera tenido televisión y Adsl  sin problemas en dos días, pero……ese olvido que no dudo involuntario pero que  demuestra una falta de profesionalidad tremenda, ha  provocado que esté diecinueve días sin navegar.

Esta situación me ha hecho recapacitar a ratos sobre mi dependencia de Internet, y he comprobado hasta que punto lo utilizo para gestiones, trámites y comunicación en todos los sentidos. Hubo momentos en que me sorprendí comentando al teleoperador de turno que para mi era tan grave como si me cortasen el agua o  la luz ( sabemos que eso está previsto en el Código Penal), y me he dado cuenta que soy una adicta de la red virtual, lo que me da exactamente igual. Al fin y al cabo, una adicción más y sanísima, creo yo.

 
Os pediría disculpas por no haber podido contactar con vosotros durante tantos días, salvo a ratos contados desde redes externas para visitar a Chesana y poco más, porque he tenido que priorizar, pero no ha existido culpa por mi parte por lo que las disculpas sobran, pero sí quiero manifestaros mi pesar por no haber podido estar al día de los publicado por vosotros, amigos virtuales a los que aprecio muchísimo.

Así que , poco a poco, os iré visitando y poniéndome al día leyendo vuestros escritos, y quiero que sepáis que, cuando me ausente voluntariamente, pondré un cartelito en el blog.

Os quiero y os sigo…. y gracias por leer este escrito que terapéuticamente es un auténtico desahogo ante la impotencia frente a las teleoperadoras. Si de mi dependiese, las nacionalizaría.

Sherezade

08 julio 2011

SUEÑOS



Quiero levantar mi copa cargada de veneno rancio, de ese que domina las entrañas del infierno personal que todos arrullamos, el que se complace en extinguir  las luces  que alivian los sentires y las convertimos en la estrella de esperanza  que se convierte en la guía bajo las que nos cobijamos en las noches cerradas de nuestra existencia.

Levanto mi copa y brindo por la aceptación, como actitud valiente de asumir que los sueños, sueños son, y que si alguno de ellos se realiza, perderá su halo de ilusión cuando se inserte en la cotidianidad de nuestras vidas.

Mil veces soñé que amaba, y mientras fue un sueño rocé el goce del éxtasis supremo. Más, el sueño, decidió vivir su propia vida y me abrazó sin reparo para que paladease su sabor, ácido y amargo, pérfido y suicida, el del sueño, que no el amado, quien también forjó sus sueños de enamorado y se convirtieron en fango de agonía cuando consiguió lo tantas veces anhelado.

Mil veces soñé que una mano  aprisionaba  mi mano, y  que un alma se fundía con la mía y entonces, cuando aprendí  a vivir la vida en compañía, sorprendí libres mis manos, y percibí el alma dolorida y, una vez más, de nuevo, recorriendo el camino en solitario, los pájaros entonan una dulce melodía que susurra muy despacio, que la soledad no es mía, sino patrimonio humano , en la muerte y en la vida.

Acepto, soledad, tu mano, la acepto porque eres mía, porque aunque me aferre a otras manos, aunque me funda en otras vidas, tú, y sólo tú, estarás siempre a mi lado haciéndome compañía.

Brindo pues por comprenderlo, por saber que así es la vida,  aceptar que los sueños deben seguir siendo sueños que custodien mi  esperanza de vivir en compañía.

 Sherezade

23 junio 2011

EL BESO DE LA LUNA




Cuenta una  antiquísima leyenda referida a la noche más corta de año, cuando se produce el solsticio del verano, lo siguiente:

En las proximidades de un pueblo llamado Sier, una mujer fue apresada y quemada en una hoguera.

Alima, nombre que le asignaron, era poseedora de una tez pálida y una cabellera dorada, así como unos ojos del color del cielo.

En realidad, la niña, recién nacida, fue encontrada por un hombre en la ladera de una montaña cuando salía a realizar sus quehaceres diarios y llevándola a su hogar, su mujer y él, la cuidaron y trataron como otro hijo más.

En una población en la que todos eran morenos de ojos negros, la existencia de esa niña supuso un impacto que la marcó de por vida, al ser considerada diferente a los demás.

Pero Alima no era diferente sólo por el físico, que también, sino por una sabiduría innata que la separaba del resto de los mortales.

Sin que nadie la hubiera enseñado conocía perfectamente las propiedades de cada una de las plantas de la zona, que convertía en esencias en el día y hora exactos que a cada una correspondía.

Las esencias que creaba tenían distintas propiedades. La mayoría eran curativas pero, no en todos los casos, pues el poder de una de sus esencias, con las que rociaba cada noche del solsticio de verano su cuerpo y el de su familia, impedía que el paso del tiempo hiciera mella en todos ellos.


Transcurrieron muchos años y Alima, junto con sus padres, hermanos y las familias que éstos habían creado, vieron como su familia y amigos se iban de este mundo víctimas de la enfermedad o la vejez, mientras ellos continuaban su vida libres de cualquier mal, que no tenían cabida en su universo.

Como podéis imaginar,  la esencia de la juventud de Alima, fue codiciada por todos, y  Emperadores y Reyes del mundo entero procuraron obtener, por las buenas o por la fuerza, la fórmula mágica de una vida terrenal eterna.

Le ofrecieron tesoros incalculables, pero Alima, con su eterna sonrisa, ofrecía su negativa aduciendo que el secreto de su esencia estaba a la vista de todos y si lo vendiese, sería engañar al prójimo.

Su propia familia, conocedora de que el poder de la famosa esencia la elaboraba con plantas que ella misma escogía, le propuso que aceptara los tesoros que le eran ofrecidos, porque, al fin y al cabo, era cuestión de recoger más y hacer más cantidad para los otros.

Alima suspiraba cuando escuchaba sus súplicas, y sin decir palabra alguna, se alejaba de la casa para desaparecer por unos días.  Cuando regresaba, su familia, cada vez más amplia, la miraba con recelo y no sin enfado por su negativa a recoger riquezas que les permitirían cesar en su trabajo, que así visto, sería eterno.

Pasaron algunos años, en los que la codicia de sus hermanos, sobrinos y sobrinos nietos, fue en aumento. Incluso la codicia anidó en sus padres quienes le reprochaban su tozudez y la incitaban a elaborar más cantidad de esencia que podría vender y permitir con ello, no sólo vida, sino también, riquezas para vivirla.

Con el corazón roto por estas palabras, Alima desapareció de nuevo, y esta vez tardó meses en regresar.  Volvió a casa justo el día antes de la noche del solsticio de verano, y fue recibida, de forma indiferente por su familia, quienes la despreciaron por su rareza y egoísmo.

Esa noche de solsticio de verano, Alima, cuando todos dormían, cogió su frasco de esencia de la vida y se cobijó bajo el cielo. Entonces derramó su contenido por su cuerpo al tiempo que regaba la tierra con el resto, agradeciendo los frutos y la belleza que cada día proporcionaba sus sustento y su alegría por vivir, rocío de esencia que se fundió con sus lágrimas por la pena de saber que su familia la había abandonado.

Pasados los años, todos los miembros de su familia fueron envejeciendo o muriendo por enfermedades que no pudo curar. Aquella noche en la que no les regaló el rocío de su esencia mató el hechizo mágico de su juventud y vida eterna.

Llegó un momento que la envidia y la rabia azuzaron a la justicia del reino para acabar con esa hechicera egoísta y asesina hasta de su propia familia, a quienes les negó el don de la vida, y, a la doce en punto de la noche de un solsticio del verano, fue quemada en una hoguera.

Aún no se había prendido el fuego cuando los alguaciles del pueblo saqueaban su casa en busca del secreto de la joven. Encontraron muchos frascos con esencias de bellas fragancias con las que se rociaron por si acaso alguna de ellas les proporcionaba la juventud eterna. Eso y pergaminos garabateados fue lo que encontraron entre sus pertenencias. Los garabatos intentaron ser descifrados durante muchísimos años por los sabios de la época, más no lograron descifrar que significaba tantos dibujos de la luna besando un niño, que resultó ser una niña, pues en cada dibujo iba creciendo hasta distinguirse la figura inconfundible de una bellísima joven de cabellera rubia y ojos azules. En cada dibujo la luna la estaba besando.

Cuenta la leyenda que desde esa noche de verano en que Alima fue quemada en la hoguera, la luna nunca es visible desde la población de Sier  y que los frutos de esa tierra crecen sanos y hermosos hasta que son recolectados, momento en el que pierden su belleza y rezuman un amargor que los hace incomestibles.

También dicen que, cada noche de solsticio de verano, en la profunda oscuridad de la noche, se escucha el llanto de un recién nacido sin que nadie logre encontrarlo.


Sherezade

17 junio 2011

S.O.S. ¿ HAY ALGUIEN AHÍ?




Ahora que nadie me ve, aprovecho para lanzar una SOS por si hay alguien al otro lado.

A ver, primero os  cuento, aunque mejor, me presento. Soy Boli como inicialmente me bautizaron, o Boly como mi mami ha intentado inútilmente ennoblecer mi vulgar nombre perruno, o Bolita como le gusta llamarme cuando está muy cariñosa, o Bola, que con todos esos apodos aparezco por aquí…

El caso es el siguiente: mi mami, como Sherezade la conocen  por estos Lares, anda de nuevo de “novios” y me preocupa porque la pobre, la verdad, no acierta nada de nada con los que elige, al menos desde que  la conozco yo.

Y a mi,  al  igual que a los humanos en la mili  se les da por hecho su valor, se me pide que mi olfato distinga el bueno del malo, y mira, si no lo ha conseguido San Antonio, no sé que milagros pretende que haga yo.

Sí, es cierto que tiene toda la razón cuando con el último novio serio que tuvo la despisté un montón, porque desde el primer momento me cayó el muchacho muy requetebién, y le reía todas las cucamonas que me hacía. Nunca le ladré ni le gruñí, y me dejaba acariciar por sus manos hombrunas  aunque os confieso que en parte compró mi silencio con torreznos y jamón del rico que me daba cuando ella no nos veía. Porque seré perro, pero tonto, no.

Y claro, yo, mirándole a los ojos, no pude descubrir la arteria psicopatilla que se gastaba el muchacho porque tampoco hizo intentos de acabar físicamente con ninguno de los dos.

Voy al grano que empiezo parecerme al rollo de la She… cuando agarra el teclado. El caso es que resultó ser un psicopatilla de tres al cuarto, imagino yo que por contagio de tantos pacientes en el mismo estado, pero el caso es que casi acaba con ella, y si yo sobrevivo es de puro milagro tras tantas penas de las que me hizo su confidente. Ella no creerá en los santos pero yo ya me estoy encomendando a todos ellos por la que se pueda avecinar.

El caso es que para los humanos mi mami aún está de  buen ver. Yo no soy celoso siempre y cuando la She…me siga dando besos y achuchones y me lleve al parque a jugar a la pelota., y respete mi sueño nocturno en mi cama que coincide con la suya.

Aquí viene la cuestión: a veces me pregunta que me parece a mi, fulanito el intelectual, o menganito el simpaticón, o zutanito el seductor,  o, o, o….el caso es que ni rechisto porque eso de meter la pata no lo quiero repetir. Porque uno,  también está herido en su autoestima porque fue mi olfato el que se equivocó y creo yo que por culpa del jamón.

Total, que, a mi mami, sus hormonas la tienen pelín revolucionada y nos es cuestión de andarse con tonterías, por eso, yo, os suplico, que sin que ella se entere y esto quede entre nosotros, me deis pistas sobre cómo puedo distinguir el hombre humano bueno del malo, el que tiene buenas intenciones del que no las tiene, el que miente del que no lo hace, el que está bien de la azotea del que la tiene con goteras….en fin, necesito que me lo digáis porque otro bacatazo de mi olfato, y acabo en el fondo del mar con lo poco que me gusta el agua.

Ah!!! Me encanta que me mandéis besos, que la She..  me lo dice porque se lo escribís en los comentarios, sobre todo cuando le da por hablar conmigo de esas cosas tan raritas que me cuenta y de paso la publica por si picáis vosotros, y luego me abraza por lo quietecito que me quedo; a ver, que remedio, me duermo como un tronco porque estoy de luna, estrellas, hadas y elfos  un poquito empachado, pero si ella es feliz…yo le sigo el juego.

Chisss…..os repito que todo  esto es supersecreto, que a ver si me va a tocar vivir con las sirenas por los siglos de los siglos ¿ Vale?

Yo también os quiero

Boli, Boly, Bolita, Bola... 

10 junio 2011

SAN ANTONIO DE LA FLORIDA


" La primera verbena que Dios envía es la de San Antonio de la Florida" ( refranero de Madrid)

Escucha peludo, que te voy a contar mis avatares con un santo canonizado, con el que mantengo un contencioso que, de tan largo en el tiempo, creo que se nos está olvidando a ambos.

Seguro que no sabes que el día 13 de junio en el santoral se celebra el día de San Antonio, que es el mismo que el de Padua, sólo que para los madrileños es el de la Florida.

Te ahorraré detalles de la historia de su ermita y sus fabulosas pinturas de Francisco de Goya, porque lo que quiero contarte es el por qué estoy tan enfadada con él aunque de ello sólo me acuerde los señalados 13 de junio.

Verás, Una de las tradiciones madrileñas más castizas está relacionada con las Fiestas de San Antonio de la Florida:  la de las “modistillas” y sus alfileres.
Las populares 'modistillas' de finales del siglo XIX y principios del XX, ataviadas con sus castizos vestidos de alegres colores y sus claveles en el pelo sujetos por los blancos pañuelos, no van a ser las protagonistas de esta historia, si no que lo somos mi amiga Lola y yo.
Según la tradición madrileña, el día de San Antonio de la Florida -13 de junio-, las mozas casaderas deben echar a la pila bautismal colocada en el exterior de la ermita 13 alfileres, para después introducir la mano en la misma y, aquí viene lo bueno, igual al número de alfileres como se queden prendidos a la palma de la mano tantos novios o pretendientes tendrán ese año. Por supuesto que la esperanza real es la de encontrar marido.
Pues aquí entro yo. En cuestiones de amoríos, la verdad, San Antonio nunca me ha tratado bien. Tras romper con mi primer novio al que recuerdo con verdadero cariño pero acertamos al separarnos, comenzó por mi vida el desfile  de una cohorte nutrida  de psicopatillas, incomprendidos, empalagosos y descerebrados con la que este santo me bendijo durante varios años que a mi me parecieron siglos.
Los 13 de junio mi familia tenía la costumbre de visitar al santo y comprar sus panecillos , por eso me caía bien, y, yo, sorprendiendo al personal, muy devotamente le imploraba que intercediera para que se cruzase en mi camino ese hombre soñado, aunque debo reconocer que en cada celebración del santo iba rebajando mi ambición primigenia hasta dejar mi hombre soñado en ni alto ni bajo, ni tonto ni listo, ni rico ni pobre; con que fuera normalito me bastaba, y creo que no era tanto pedir.
En fin, San Antonio no se dio por enterado y una tarde, aprovechando que mi madre lo utiliza ofreciéndole un dinero para encontrar las cosas que pierde y ella tenía que saldar su abultada deuda con él, la acompañe a la ermita, y le dije ( al santo)  las cuatro cosas que temí no se enterase si no se las decía en directo, allí, en su morada bendita y bien resguardadito en su hornacina.
Debes saber que muy a gustito me quedé pero el ramillete de “nardos- varones” que siguieron a mi monólogo con él, unida a mis remordimientos por mi  formación judeo-cristiana, me hizo reconsiderar mi postura y en la verbena siguiente me llevé  una amiga: preciosa ella, monísima yo; las dos simpáticas y alegres  a rebosar; en edad más que casadera ambas.
Dentro de la ermita, porque yo hago las cosas frente a frente, como mejor supe y a mi forma, le pedí disculpas al santito por la bronca que tan dignamente  le había soltado tiempo atrás, pero no sin que antes escuchara mis desvaríos probatorios sobre las poderosas razones que me obligaron a tal desmán. En fin, que hice las paces con él, o al menos, eso creía yo.
Tras la ceremonia, fuera de la ermita, nos encaminamos mi amiga Lola y yo a la famosa Pila, en donde, bajo un sol de justicia, esperamos nuestro turno cargadas ambas con 13 alfileritos  y sin llevar ningún imán escondido, que eso es importante que se sepa.
Delante nuestra, una señora que debía rondar los 80 y que vestía de riguroso luto, saltaba de alegría porque tres, nada menos que tres alfileres se habían prendido en la palma de su mano, y jubilosa lo mostraba a quien quería verlo. Estábamos justo detrás, y no sólo nos enteramos sino que también fuimos testigos de su suerte. Lola y yo nos miramos atónitas, pero claro, no creíamos que para ella fueran los mozos que a nosotras nos habían de corresponder aunque sólo fuera por la diferencia de edad.  Pero, me dio un rollito extraño y levanté la mirada al cielo imaginando la carita dulce de San Antonio mientras por mis adentros le advertí de las consecuencias que se le avecinaban si a mi no se me prendían en mi linda mano al menos seis alfileres, pues la vanidad de la juventud  te hace intentar doblar los logros ajenos.
Pila de alfileres: cedí el turno a mi amiga Lola, tan necesitada ella de alegrías en ese terreno como yo , y para mi sorpresa no se le prendió ninguno. Se lo tomó a risa y nos reímos juntas. Y entonces llegó mi vez, que era mucho más que eso para mí, era mi congratulación total con el único santo que recuerdo que en mi casa se apreciaba, y el que tanto me debía, porque, al fin y al cabo, en las cosas del querer, entre el corazón de una abogada y el de una  modistilla, no hay diferencia alguna y menos para los ojos de un santo.
Respiré hondo, no miré, introduje la mano y mi grito fue tan sonoro como el pinchazo que me llevé. No sólo no se me prendió un  solo alfiler, sino que, además, resulté herida y la sangre roja, y cada vez más anticlerical, corría por la palma de mi mano, mientras, recomponiendo las formas, miré a mi amiga, y luego alcé la vista al cielo, en donde me imaginaba a San Antonio con su carita de santo satisfecho con mi suerte recibida.
Hasta aquí hemos llegado tú y yo, pensé y dije, porque lo dije en alto, y mi amiga Lola que desconocía mi trayectoria con San Antonio se moría de la risa cuando la puse al corriente de mi historia. ¡ Esto son tonterías para divertirnos, guapa, ni que necesitáramos la ayuda del santo!. Así que, ambas dos, cogiditas del brazo, nos fuimos a tomar un chocolate con churros a pesar de los más de 30 grados.
Desde entonces, no he hecho las paces con el santo, porque mira que se lo puse fácil: un hombre normal, simplemente normal, aunque pensándolo bien, eso, si se reflexiona, fácil, lo que se dice fácil, no es. ¡Pero para eso es santo.!
En fin, quiero seguir creyendo que lo que me dijo mi amiga de que no necesitábamos al santo, pero el caso es  que Lola está soltera y yo también, aunque eso sí, y que se entere San Antonio, tengo perrito que me ladre, que eres tú, y desde luego, mi tiempo no lo estoy dedicando, de momento, a vestir santos como dicen en esta tierra a las que no hemos pasado por la vicaría.
Bolita , ládrame, ládrame, ládrame porque si no, si quieres pelotita en el parque, te la tendrás que llevar y tirar tu mismo. ¡ Oye, ven, vuelve aquí, ládrame  peludo desagradecido!
Sherezade

05 junio 2011

SI YO QUISIERA



Si yo quisiera

Cegaría de colores tu locura
Y sembraría de ilusiones tu camino
Más la muerte del amor mató la duda
Al mostrarme tu condición de mezquino

Si yo quisiera

Tu apellido labraría con borrones
Y tu nombre tan glorioso escribiría
Con la tinta de la sangre de mi ira
Que tiñe  la pluma de vergüenza que no escondes

Más no quiero

Porque si tu vida está sembrada de amargura
Que te somete a la mentira y la perfidia
En la mía sólo cabe la espesura
Del amor entrelazado a la alegría

Si yo quisiera

Te regalaría el verso de la vida
Y tus noches colmaría de sabores
Dulces como la miel de las orquídeas
Ciertos, como que tras el día va la noche

Más no quiero

Besar besos que me inundan de pesares
Dar abrazos que sustraen mi energía
Oír “te quieros” disfrazados de reproches
Confundir ,de nuevo, el sufrimiento con la vida

Si yo quisiera

Bajo un palio de estrellas sentirías
El calor de tu cuerpo sacudido
Al trasvasar mi  pasión a tu sequía
Enredando mi alma a tu destino

Más no quiero
No me insistas
Tú, simbolizas muerte
Yo represento  vida

Sherezade