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25 febrero 2011

LA CARTA



La luna aún seguía despierta pero ella caminaba presurosa por la vereda que acababa en el riachuelo. El correr del agua sonaba cercana y los pájaros aún dormitaban en sus lechos. El silencio se rompía con el crujir de las ramas que pisaba por lo que asustada de sus propias pisadas, aceleraba el paso. La aurora sembró de sombras azuladas el cielo oculto por los árboles y los primeros trinos acompañaron  su marcha.

Cuando llegó a la ribera se sentó bajo el sauce protector, testigo de sus secretos más íntimos y quien con sus lánguidas ramas ocultaban su presencia. Allí se sentía segura; era su escondite, desde el que podía ver y sin embargo no podía ser vista. La luz del día iba venciendo a la noche y la yerba se lustraba con el rocío caído. El sonido del agua, el frescor de la mañana y su corazón dolido…Del bolsillo de su falda sacó un sobre arrugado del que extrajo una hoja amarillenta y ensuciada por sus lágrimas. Y, despacio, encadenando los garabatos que se transformaban en palabras, releyó por enésima vez la carta que durante años había estado esperando, esa carta cuya espera convirtió su vida en lucha, en sueños, en esperanza….La carta con la que tanto había soñado y había tejido con sus propias palabras. Por eso, la releía tanto, porque ninguno de esos garabatos coincidía con la carta imaginada.

Miró el agua que corría sin besarla, no viendo más que la cortina de sombras que sus lágrimas creaban; escuchó el trinar de jilgueros, el silencio de su alma, sin poder comprender como fue tan feliz mientras esperaba la carta y, sin embargo ahora, que la tenía en sus manos,  esa felicidad se había transformado en descarnado duelo y pura desesperanza.

Introdujo la cuartilla en el sobre amarillento y lo lanzó al riachuelo y mientras observaba como lo arrastraban las aguas, imaginaba que, una vez lejos de sus manos y de su alma, volvería a ser feliz  de nuevo, simplemente con el sueño de la espera de  llegada de otra carta.

Sherezade

21 febrero 2011

¿LA VIDA ES BELLA?



Bola….déjame un ratito que escriba, que suelte el lastre acumulado de estos días, en los que la vida me vuelve a enseñar su cara más cruel y fea. Sí, tienes toda la razón, quizás mi momento de defensas bajas y tantos días enclaustrada en casa no me ayudan a ver el color rosado de la vida, pero es que cuando no es de color bonito es que no lo es, hay que gritarlo al viento para que lo esparza por las cimas de las montañas y las olas de los océanos.  Y no pasa nada por reconocerlo, y de pasar, quizás se me alegre el ánimo con caricias que me muestren nuestros amigos lectores.

No es culpa de la fiebre, que también; ni de la ruptura aunque sea provisional de la vida normal, que también; ni esta obligación de permanecer encerrada en casa calentita, que también. Sé de cierto que no es todo ello el único causante de mis tristezas, no. ¿Las aumentan? Seguro que sí. Pero no quiero seguir engañándome cada mañana cuando me levanto diciéndome esas frases tan bonitas como inciertas sobre lo maravillosa que es la vida.  No, no me lo voy a decir más porque la vida no es tan maravillosa como queremos pintarla. La vida es así, un valle de lágrimas como ya está escrito en la Biblia que no la escribieron ayer, aunque en ese valle, en ocasiones, en momentos fugaces, instantes diría yo, luzca un sol espléndido, reine la primavera y lo invada el perfume de las rosas.

A ver que te parece a ti peludo mío. A esa frase mañanera con la que recargo mi batería emocional le voy a cambiar la palabra “vida“ por la de “instantes”, porque esos, a veces sólo a veces, sí existen: instantes en el lacrimógeno valle que me convencen de que merece la pena seguir adelante. De todas formas, las alternativas que me quedan a no seguir no son demasiadas, y, entre tú y yo, no es sólo que no sean demasiadas, sino que la elección entre el seguir y no seguir está muy clara y de momento, para algo gratuito que tengo asegurado como es la muerte, prefiero retrasar lo más posible el conocerla.


Hoy hace dos semanas la tita África, cansada de arrastrar su cuerpo por este Valle, decidió convertirse en otra estrella más que nos ilumina en la oscuridad. Y, por enfermita que estuviese, el dolor no duele menos. ¿Verdad? Y su hermana, la tita Susana, lleva cuatro días ingresada con una tristeza que su mente no le permite saber de donde procede, y claro, no nos atrevemos a recordarle lo que ha pasado dado que el Alzheimer está teniendo la gentileza de evitarle la pena de que su hermana querida se haya ido sin darle el beso de buenas noches para convertirse en estrella. Y mientras yo sin poder visitarla….no sea que empeore el panorama.

Fiebre, sudor, lágrimas como equipaje en el camino…Dime mi niño, dime, aunque te conozco y sé que para ti la vida mientras tengas tu pelotita sea de color de rosa, dime si sin los decorados que me invento y mi huida a la niña interior cada día más asustada que llevo dentro ¿ La vida es bella?



Sherezade


18 febrero 2011

Tormenta de Amor



Amarte,
Gozando tu dulzura en mi boca desbocada
Mientras atesoro el cariño de tu abrazo desarmado
Colmado de ternura engalanada con mil besos
Y, furtiva, te confisco la amargura atesorada

Amarnos,
Al son de melodías de vida y de esperanza
Baladas que pregonan el olvido del pasado
Aquel que izó el puente de miedos y rechazos
Y hemos derrumbado con una tempestad de confianza

Amarte,
Sentir el ardor de tu cuerpo más anhelar tu mirada
Encenderme con el fuego de tus manos en mi pecho
Esconderme entre tu alma y tu cuerpo
Dónde establecer mi  indestructible morada

Amarnos,
Embriagados de risas y caricias regaladas
Saboreando el amor que despabila el silencio adormilado
Al romper con desaliento nuestro ardor encadenado
Con mis manos en tus besos y mis besos en tu alegría brotada


Sherezade

13 febrero 2011

LA CASA DORADA



(II)

La tormenta de la noche se tornó en aire limpio y el salitre se instaló en la brisa fresca de la mañana.

A través de los cristales contemplé el mar de mi infancia, el mismo mar que, veinte años antes, acariciaba mi cuerpo mientras le susurraba mis sueños. El mismo mar que se vistió de arrogancia y secuestró mis secretos arrastrándolos a su fondo celoso de mi futuro.

A la luz de la mañana observé detenidamente mi habitación, pulcra y cuidada, como si los años transcurridos sólo hubiesen sido un sueño, como si nunca me hubiese ausentado, como si el olvido forzoso de mi niñez al que me sometí  cuando me fui, en ella se hubiese instalado.

Bajé  cada peldaño saboreando los aromas de la casa. Percibí con nitidez el olor dulzón del tabaco de pipa de mi padre que leía en el salón mientras sonaba la sinfonía del “Nuevo Mundo” de Dvorak. Me alimenté del aroma de las rosas cortadas al amanecer y alojadas en el jarrón de alabastro. Me espabilé con el aroma del café recién molido y hervido que impregnaba la cocina. Casi me embriagué con el olor del perfume de jazmines con el que se acicalaba mi madre.

Ya en el rellano, sentí el calor de las llamas del hogar que acallaron mis recelos y, con la cabeza alta y el corazón desatado, abrí despacio la puerta de la cocina, en la que mi madre, sentada en su mecedora, esperaba mi llegada, ofreciendo el desayuno como si nunca me hubiera ausentado. Su mirada dulce y limpia en unos ojos marcados y una sonrisa entregada, reforzó mi decisión del regreso al hogar abandonado.

No hubo palabras, sólo cálidas miradas que respetaban mi silencio y , agradecí con un beso en la mejilla el calor de su presencia cuando se apoyó en la ventana respirando la mañana, aunque fingió no sentirlo, sin darle ninguna importancia, como si todos los días la besara, pero pude percibir su estremecimiento al tensar todos su cuerpo.

Abandoné la estancia y me dirigí al salón en donde mi padre permanecía leyendo. No levantó la mirada  para mirarme siquiera, nada indicaba que mi presencia le conmoviera ni le importara. Para él, hacia tiempo, mucho tiempo, que yo había muerto.


 !Papá- susurré despacio- Papá….he vuelto.!  Levantó la vista de su libro  y consultó su reloj. Para mi sorpresa me miró , abandonó la lectura y se levantó ayudado por un bastón que lo envejeció a mis ojos, dirigiéndose  a mi encuentro. Cuando estaba a dos  pasos comprendí que no era a mí a quien buscaba pues  obviando mi presencia salió de la estancia para adentrarse en la cocina.




Si en la noche anterior me pude cobijar en el regazo materno, la mañana me había entregado la indiferencia del único hombre al que en verdad había adorado, el que me contaba los cuentos, el que mesaba mi pelo  mientras me confesaba que yo era su niña querida, el más valioso tesoro que la vida le había regalado.

Sobre el aparador un  marco encerraba mi imagen de niña abrazada a su cuello mientras le daba un beso y entonces me percaté de que en la imagen nos acompañaba otra niña, de pelo negro que se aferraba a su mano y pretendía acaparar su cuerpo. En la pared, colgaba el retrato que madre me hizo acariciando a Nelson, el  terrier que me regalaron cuando cumplí ocho años.

Observaba los detalles de la estancia reconociendo cada uno de los adornos, saboreando el momento, cuando oí el ruido del portalón y corrí hasta el rellano. Abrí la puerta cerrada y vi a mis padres que caminaban por el sendero.  Extrañada de su marcha sin aviso les llamé pero el sonido de las hojas mecidas por el viento impidieron que me oyeran.  Al fondo, confundido con el horizonte, el mar azul iluminaba el cielo y la brisa me transmitía su mensaje de llamamiento, por lo que recorrí el atajo que acababa en la Cueva Dorada, bajo el acantilado, aquella en la que imaginaba de niña que era mi casa por los tesoros que en ella escondieron los piratas tras robarlos de los barcos naufragados por su mano.

Sintiendo la brisa dulce, decidí entrar en ella y refugiarme del viento para recordar mis sueños, más la marea estaba crecida y no podía  alcanzarla pues las olas encrespadas tapaban el agujero secreto que era su única entrada.

Oí gemidos arriba y salí de mis pensamientos, estirando mi figura para observar el duelo de dos ancianos,  quienes, afligidos y abrazados, me entregaban un ramo de rosas blancas y lirios azulados, con el mensaje escrito en una cinta de seda blanca en el que con bellas letras doradas se había escrito con esmero: “ Hija, descansa en tu casa dorada, en la que quedó atrapada nuestro tesoro más bello; nunca te hemos olvidado  y nunca te olvidaremos.”

Atónita con la escena y  con las flores apretadas con mi pecho, distinguí con claridad las dos figuras: mi padre con su bastón y mi madre encogida entre sus brazos temblorosos y los ojos de los dos, anegados en un llanto de silencio.

¿Acaso era yo el tesoro escondido en la Cueva Dorada?  Mientras esto meditaba una ola me alcanzó y me arrastró hasta la cueva en la que contemplé veinte ramos de rosas blancas y lirios azulados y entonces supe que ellos, eran  mi tesoro más preciado.


Sherezade


05 febrero 2011

LA CASA DORADA



(I)

Recorrí el camino empedrado que conducía a la casa. Toqué la aldaba de hierro que  adornaba el portalón.  Sentí que el tiempo se detenía mientras mi corazón brincaba sin consuelo. Tras lo que me pareció un siglo alguien acudió a la llamada y me abrió la puerta de mi antigua casa. Una mujer menuda y delgada en la que el tiempo no había logrado deshacer su belleza me miró de arriba abajo y de abajo arriba sin poder creer lo que sus ojos estaban viendo.

Para entonces, yo tampoco veía. Mi mirada era un torrente de lágrimas por demasiado tiempo contenidas que habían logrado, por fin, romper el dique que las bloqueaba.

Ambas permanecimos quietas, calladas, mirando en la otra la imagen transvertida del tiempo, sufriendo la desobediencia de las órdenes de movimiento que transmitíamos a nuestro cerebro y paralizaba nuestros brazos,  nuestras piernas, nuestra lengua.

No surgían las palabras porque sobraban ante la intensidad de la mirada. No nos abrazamos por miedo a perder el momento de ese encuentro.

Desconozco el tiempo que así estuvimos ambas, luchando entre la alegría y el miedo del reencuentro. Más su mano cálida tiró de la mía inerte y me devolvió con su sonrisa al calor del hogar que abandoné  años atrás.

Sin cruzar palabra alguna y sin dejar de mirarme fascinada tomó asiento en su mecedora de caoba, la misma en la que me arrullaba cuando era niña en las noches de tormenta para ahuyentar mi miedo. La misma mecedora en la que permaneció inmóvil cuando tiempo atrás cerré la puerta con un adiós prepotente y descarnado que sé que rompió su corazón.

Sin cruzar palabra alguna y sin dejar de mirarla fascinada me arrodillé ante su cuerpo y cobijé mi cabeza en su regazo, mientra le susurraba en silencio: ¡Madre, aunque soy mayor, tengo miedo; arrúllame de nuevo mientras besas mi cabeza y me cantas una nana para que pueda regresar la niña que se llevó el tiempo, la misma que tu peinabas con sus trenzas doradas y soñaba con la realidad de sus sueños. Mamá, juguemos a que la vida es un camino de rosas por siempre perfumadas que cuando lo recorra, al final, siempre me esperarás en tu mecedora para curar mis heridas  y la sangre que derraman, y sonreír mis sonrisas y arroparme en la madrugada…juguemos, madre, juguemos a que mis miedos desaparecerán con la luz de la mañana…..!

Sherezade

02 febrero 2011

LA MUERTE LENTA...





Escúchame Bolita; escucha quietecito y muy atento este poema de la escritora brasileña Martha Medeiros que te voy a leer despacio y que refleja tanto saber. Apréndelo porque  con él he acunado mi Alma cada día de estos tres últimos años; es el canto a la vida que me ha mantenido a flote y me ha hecho resurgir de mis cenizas al haber  creído con toda mi fuerza en su verdad. Aprende cada palabra, cada frase…con ello morir, moriremos, pero viviendo.
Gracias Martha..

Sherezade


LA MUERTE LENTA

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.

Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaídos.

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Arriesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!

Marta Medeiros

29 enero 2011

SE COMPRA UNA SONRISA.....


Autor imagen Sergei Ivanovich Gribkov (1820-1893)

Se compra una sonrisa…
Requiere ser nacida de un alma crecida con la Paz  y fecundada por la Alegría,
Amamantada con la savia  de ilusiones bordadas en las noches de verano ,
Vestida con un manto tejido con caricias

Se compra una sonrisa...
 Que corteje mi corazón quebrado y le devuelva la vida que le robó tu beso

Beso…
Que disfrazaste con amor  más resultó estar tejido con la esencia del engaño

Engaño..
Con el que adornas tu mirada para ocultar el niño maltratado
Que intenta vencer con la mentira la maldad que encierra en su pecado

Pecado
De haber nacido en cuna de grandeza y  mecido en las sombras de un cariño
Cercado por la niebla de la  estepa en la que te lanzaron al olvido

Olvido…
Que aún te arrastra por el fango del martirio

Martirio
Que viste a la vez tu nobleza y tu pecado

Más yo..
Recuerdo tu beso  y acaricio el llanto derramado por tu estado
Sabedora de que con la psicosis se nace y que tanto amor soñado por tus labios           
Muere en el instante en el que  descubres que quien te está amando
No es la madre que te negó el cariño
Ni el padre que ocultó  tus descalabros
Ni el hijo que te lanza a la locura
Ni el hermano que rehúye tu contacto
Sino una extraña que te acompaña en tu amargura
Entusiasmada con tus sueños confesados
Anclada en un futuro imaginario
Enloquecida por tu locura y por tu engaño
Ansiosa por negarte cualquier culpa
Deseosa de verte encadenado
Al dolor y el sufrimiento
Que aún siendo ahora pasado
Me desterró a  la penumbra y el tormento
Y dejó mi corazón desalentado

Más hoy
Vencido el dolor y  recuperada la cordura
Me pregunto si mereces mi condena
O por el contrario te beneficias de mi piedad como regalo

Se compra una sonrisa…
Que arrulle mi corazón marcado
Y colme de alegría mi árido pasado

Se compra, no se pide
Que de balde sólo se me ha regalado  engaños

Sherezade

20 enero 2011

YO, ÉL, TU…..



Yo….

En las noches heladas de mi cama
Percibo tu abrazo sosegado
Tu mirada sigilosa en mi mirada
En tanto navego por mi mundo imaginado


Azota el mar bravío mis enredos
El viento expande azaroso mi semilla
Mientras el sol me aleja del  invierno
Y retozo en mi jardín de la alegría


Él…

Gozo en mi sueño el beso desatado
Dibujo las caricias que mis manos le regalan
Disparo mis sentidos  con el roce de su  cuerpo
Estrello mi vida con las luces de su alma

Grito en silencio mi locura enamorada
Perfumo mi cuerpo con la esencia del deseo
Deseando su hombría, sus caricias y sus besos
Más que a tu cuerpo cierto y sembrado de esperanza

Y tú…

Clavas tu mirada en las sombras del  tormento
Porque sabes que me entrego enajenada
Imaginando que tus caricias y tus besos
Los recibo de otras manos, de otra boca, de otro Alma

Finges desconocer mi deslealtad buscada
Depositas un beso en mi mejilla
Me abrazas mientras vuelo con mis alas
Sabedor que al clarear el día
Serás tú , y no él, quien me tendrá en su cama

Yo…

Más si  preguntas  si he visitado su lecho
Si ha besado mis entrañas 
Escucharás
 ¿ como puedo conocer por sueños
El ardor de la dicha y el brío de la calma?

No me preguntes amor
No me descubras desnuda de compasión
Y repleta de añoranas

Sherezade
  

14 enero 2011

YO CONFIESO.....


Escúchame Bolita que te voy a hacer una confesión que no puedes contar a nadie, y eso significa na-di-e. Estoy preparando el pliego de descargos para defenderme de la sanción de órdago que me van a tramitar por la denuncia que hoy me han puesto. Yo reconozco que no está bien, que hay otras formas de hacer determinadas cosas, pero un “ataque de trastorno mental transitorio”, que es lo que voy  alegar porque de mí no se lleva un céntimo más de lo debido el Estado, me ha conducido a actuar así.

Como sabes esta mañana por motivos que no vienen al caso he tenido que acudir a un Centro de Salud. Tras el saludo de buenos días al que nadie ha correspondido me he sentado en esos bancos corridos que cuando tose el de una esquina se mueven todos los asientos y los que lo ocupamos como si todos juntos fuésemos un flan. Como la espera se preveía larga he sacado de mi cartera el boceto de un informe que tenía que ultimar hoy sin falta.

 En esas estaba cuando una tal  Lolita que debe rondar los setenta ha llamado a una tal Juanita que debe tener problemas de oído, eso seguro, porque todo el personal se ha vuelto hacia la primera menos ella. Y claro, el Juanita, Juanita lo ha repetido al menos diez veces hasta que un alma piadosa ha avisado a la susodicha quien girándose  y encantada con el encuentro de su supongo amiga, ha corrido y vociferado hasta fundirse ambas en el consabido abrazo. 

Vuelta al informe pero el llanto de un bebé unido a las carreras de la que luego he sabido que es su hermanita, rubia y oronda, quien ha decidido tomar como pista de esquí el lustroso suelo del Centro, el sonido de los móviles y las vociferantes respuestas a las correspondientes llamadas,  me han impedido concentrarme en mi tarea.  Algo alteradilla ya pues llevaba cuarenta y cinco minutos sumergida en ese maremagnun de sonidos estridentes y amorfos, han llevado mi vista hasta un cartelito en el que una cara muy dulce de una enfermera ruega silencio a los pacientes. Y mis ojos han seguido buscando más carteles descubriendo uno escueto pero contundente que prohíbe fumar.

En esos momentos es cuando me ha dado el ataque de locura que espero me salve de la quema. He mirado a mi alrededor, he valorado los comportamientos desconsiderados de mis convecinos y convecinas, pacientes todos se supone pero con unas cuerdas vocales sanísimas, y cansada de enterarme sin quererlo de las conversaciones y vidas ajenas e impregnada del incivismo imperante, he sacado un cigarrillo y lo he encendido. Te puedes imaginar la que se ha liado , pero, al menos, he conseguido que durante los segundos que ha durado la perplejidad en la que han entrado los allí presentes, y eran unos cuantos, cesaran los sonidos, las voces estridentes, aflautadas y maleducadas, cesando por cesar hasta el llanto de los niños.  Pero ese estado de bienestar ha durado poco, te lo reconozco. Rápidamente se han multiplicado las voces acusadoras de mi acto de locura. Y, entonces, de forma educada pero contundente les he reclamado el silencio al que invita el cartelito, pero nadie me escuchaba, estaba juzgada y condenada . Tal ha sido el alboroto originado que los médicos han salido de las consultas, ha llegado en un pispas la supervisora, el de seguridad, y de milagro no han llegado los bomberos para apagar el cigarrillo. Y lo mejor, la autoridad se ha presentado rauda pero para entonces el cigarrillo se había quemado y las cenizas y colilla , cuerpo del delito,  las tenía bien guardadas en mi bolso, en una cenicero portátil que llevo conmigo porque una es muy cívica y no tira colillas a la vía pública. 

Me han identificado, me han reprochado y me han denunciado a pesar de que ninguno de ellos me ha visto fumar; en realidad nadie lo ha hecho pues sólo he encendido el cigarro a sabiendas de lo que podría ocurrir y se ha cumplido.

Sí, peludo mío, tienes toda la razón, hay otras formas de actuar y tú sabes bien que yo acato las leyes me gusten o no, pero  reclamo mi derecho a que se cumplan las normas básicas de convivencia y los demás me respeten también.

 Bolita, ¿tengo o no tengo razón???? Eh??? ¡Contesta con un guau si es sí, y con cien si es no!

          Sherezade

       

06 enero 2011

EL CORAZÓN HELADO



Alguien dijo que se helaría mi corazón….alguien que conocía el camino negro que la vida me había reservado de ignominias y mentiras. Quizás ese alguien vestido con toga negra y birrete de armonías, desconocía que me escaparía de la oscuridad para entregarme a las luces de la vida.

Y me escapé….Anduve vagando y en súplica constante de un auxilio que nunca llegó a mi encuentro,  esparciendo  amor  por tierras estériles, aferrándome a las manos que casi siempre resultaron ser zarpas ancladas en el  vicio  de la muerte, de la sangre, de la nada.

Bailé los bailes que marcaban las canciones estivales de las cigarras, y rumié gozosa entre los pastos brotados por un sol que sólo me deslumbraba. 

Más mi sombra se enojó conmigo y me abandonó a mitad de una de mis travesías del desierto cuando era ella mi único cobijo del ardor del dios iluminado, y, sin ella, comprendí que el fin del camino había llegado y caí , muerta, en la arena bruñida  y sedienta de aguas mansas. 

Desperté en el fondo del océano, arrullada por mil peces de colores relucientes que custodiaban mi lecho de algas frescas bajo la atenta mirada de una sirena de cabellera dorada quien me contó que en mil años encadenada al olvido de su amado no lograba olvidar sus besos dulces y las caricias sentidas de sus manos rosáceas por lo que estaba condenada, mientras no acatase el olvido, a la pena de ostracismo del resto de las sirenas, otrora adoradas hermanas.

Sentí una punzada de gozo al comprender que el amor perdura más allá de mi nada, más allá de mi sombra, más allá de la cruel estaca de la verdad que lo mata…Y,  enredada entre las hebras de su cabellera dorada fui devuelta a las arenas, pero esta vez, de una playa de arenas blancas, en donde el sol me atraviesa y el mar acaricia mi cuerpo sediento de agua fresca, de besos ciertos, de amor sin estelas de dolor mientras mi risa se confunde con mis sueños embriagados del néctar de una vida esperanzada.

Y cierto es que mi corazón ha estado helado, que los fríos del camino de la vida congelaron su latido y lo encerraron en el pozo de negrura almidonada con absoluta desesperanza, que para derretirlo no han bastado los calores del desierto ni el ardor de mis palabras suplicantes por sacarlos de la nada. Sólo el beso del tiempo ha fundido el hielo que lo envolvió de amargura y sólo el tiempo lo ha regresado al camino transitado de alegría e iluminado de luces de color ámbar que estilizan su figura y enorgullecen mi alma.

Sherezade

31 diciembre 2010

AÑO VIEJO, AÑO NUEVO




Queridos amig@s:
Es un placer levantar mi copa y brindar con todos vosotros deseando que el nuevo Año, llamémosle 2011, nos colme de Paz, Alegría, Salud y Esperanza.
Con mucho cariño

Inés -Sherezade




2010


2010
!No te engañes!
Tú no te vas
Te echamos
Te lanzamos al olvido

En ti,
Mero tiempo
Encarnamos la tristeza colectiva
Te declaramos culpable
Te juzgamos sin proceso
Te condenamos al sacrificio de la muerte
Presumiendo que te hemos sobrevivido

Cano y agonizante
Olvidamos los 365 amaneceres que nos regalaste
Y sus respectivos atardeceres
Y las lluvias, y las nieves
Y el calor , y la brisa
Y nuestra suerte
De permanecer vivos mientras tu mueres

Todos conocemos el momento exacto de tu  tránsito
Y casi juntos celebramos la llegada del siguiente
Que como nuevo rey coronado
Adoraremos serviles y complacientes

Somos así los humanos
Tan veletas, tan prepotentes
Tan desagradecidos
Tan arrogantes, tan frágiles de mente
Que encubrimos nuestro  miedo al transcurrir del  tiempo
Adorando al recién Año que nos nace
mientras sepultamos en el olvido al que le precede.

Y
Tu  2010
Observándonos
 Sonríes ufano y alegre
Porque tu eres eterno
Por lo tanto nunca mueres
Sólo cambias de nombre
2011,  2012, 2013…

Sherezade

27 diciembre 2010

ESCAPADA DEL ALMA


Escúchame Bola:

Cuando observas que me encojo sin motivo es porque se me ha escapado el Alma. Tiene la ocurrencia de  ausentarse sin aviso y me deja a solas con mi cuerpo  y  con mi mente, sin que pueda, entonces, recibir estímulo por ninguna sensación .

Mi alma está cansada; ella me lo ha dicho….no hay sueño que le repare el cansancio de  la vida agotadora que ha llevado y necesita su espacio para recobrar las fuerzas necesarias para acompañarme en mi camino.

Cuando le presto atención me cuenta algunos secretos.  Al parecer, en estas escapadas, deambula entre otras almas que  sus cuerpos olvidaron en un rincón cualquiera de la vida. Las observa silenciosas y ligeras de amarguras y alegrías. Son amorfas porque ya no sienten y  no pueden abandonar el mundo mientras  pervivan sus dueños.

Bolita, tu que tienes un alma limpia de dolores provocados, ¿ crees que si le escribo una carta regresará pronto a casa?

Dulce alma…necesito tu regreso como mi organismo el agua. Necesito apreciar las alegrías y los dramas. Se que estás maltrecha, que estos años te han clavado dagas como estacas, y no olvido, que aunque tus heridas ya no  sangran,  no cicatrizan tus penas. Se que has arrastrado mi cuerpo por el océano de la nada.  Se que mi mente te regala las espinas mientras esconde la rosa para disfrutar su esencia, sin importarle las gotas de sangre fresca que provoca en tu mirada.  A diferencia tuya, ella es tan mortal como mi cuerpo y envidia que seas tu mi  amada compañera de vida mientras ella me tortura con sus verdades a medias. Pero yo no soy sólo ella; forma parte de mi  como mi boca o mis ojos,  y, aunque intenta dominarme y lo consigue en ocasiones,  no es con ella con quien siento mi existencia, sino contigo, que me hielas o me enciendes según haga calor o frío. Regresa a esta tu morada, imperfecta pero cálida , que te colmaré de caricias con risas y alegrías renovadas; te lavaré tus heridas con bálsamos elaborados con esencias de las más preciadas flores de vida mezclando fe, humildad, amor, paz y esperanza, esencias que he adquirido en la tienda del perdón a cambio de la promesa de engalanarte cada mañana, al alba, para que luzcas bonita, alegre y sana.

Ahora a esperar mi niño, a ver si descubre el camino del regreso y mañana,  cuando el alba, podemos vestirla de vida  para que luzca su enagua pespunteada con hilos perfumados de las esencias sagradas.
Sherezade

19 diciembre 2010

A CORAZÓN ABIERTO






Queridos compañeros y amigos: En estos días tan especiales que se nos avecinan y en los cuales afloran sentimientos muy diversos, nos hemos reunido un grupo de amigos con la intención de pregonar que deseamos que la solidaridad, la comprensión, la tolerancia y el cariño sean los únicos protagonistas que rijan en nuestras vidas. Por eso, tomados de la mano elevamos nuestras voces y nuestras letras como una sola para que así sea.

Ali Montero; Alondra (Volar sin alas);Avalon y Etinarcadia(Calle Quimera); Catalina Zentner (Memorial de silencios); Durrell (Hacia mi destino); Elsa (Los Viajes de Elsa); Eritia (Manzanas Doradas); Fede (Quizá soñar); Franki (Apuntes de un paseante solitario);Ignacio (Nacho de noche); Jesús Arroyo (Caminos de Tinta);La Tierra de Genji; Luisa M.(Volar sobre el mar);La Gata Coqueta; Malena (El Tintero de China);Manu D.G.(Los silencios rotos de la luna);Marinel (Letras derramadas);Nuria (Mis pensamientos); Trini Reina; Sherezade (Déjame que cuente mis secretos)

Nota.-Las colaboraciones figuran por riguroso orden de recepción.

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La tarde va cayendo y el sol busca refugio más allá del horizonte, dejando que sus últimos rayos acaricien el paisaje que suavemente se cubrió de nieve. Los árboles que se vistieron con su blanco vestido de invierno miran hacia arriba esperando que salgan las primeras estrellas de la noche. Hay silencio. Un silencio que acompaña a mi alma y yo también espero a esas luciérnagas que noche tras noche adornan mi cielo. Los copos de nieve vuelven a caer dulcemente y el abeto, aquel abeto que hay en el camino hacia casa los recibe como dulce caricia.

Y sueño, y espero al pie del abeto, porque sé que ese camino me irá trayendo a las personas que quiero, para tomadas de la mano y mirándonos a los ojos, decir con cariño…¡Feliz Navidad!

MALENA (El Tintero de China)

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He plantado un abeto en medio del silencio.
En sus ramas, guirnaldas de esperanza y de sueños.

He plantado un abeto en un jardín de versos.
En sus ramas, caricias con que abrigar el invierno.

He plantado un abeto que nombra mis deseos:
Para ti, para todos...

¡Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo!

ELSA (Los Viajes de Elsa)




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El silencio se hace voz - o la voz silencio-, cuando los acordes de un villancico salen de la habitación y se acercan con paso quedo al abeto para colgar en él una guirnalda más junto a esperanzas, sueños y caricias: la nostalgia por los que este año no podrán ya pisar el sendero que se extiende ante mi vista y que me trae de vuelta a quienes amo.
Pero los compases del villancico no se detienen ahí... Antes de elevarse hasta el ya oscurecido cielo se esparcen por ese sendero, y a su paso se van dibujando lentamente en la blandura de la nieve unas pisadas, pisadas humanas, que se encaminan hacia casa. Trenzadas entre las notas musicales que bajan de nuevo hacia el abeto, brillan unas cuantas estrellas, en las que reconozco sonrisas hace mucho desaparecidas pero nunca olvidadas, que van a depositarse sobre sus ramas.


Ahora el abeto solo luce guirnaldas de esperanzas , sueños, sonrisas y pisadas añoradas. Sí, estaremos todos en casa. Será una feliz Navidad...

AVALON Y ETINARCADIA (Calle Quimera)

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Me detuve contemplando lentamente los surcos que tras los pasos en la nieve iban dejando los que por allí pasaban. Miré no sé durante cuánto tiempo y pensaba en las historias y vivencias que cada huella dejaba, adonde irían a parar en esa noche de invierno. Imaginé por un momento que todas podrían dirigirse al mismo lugar, al mismo espacio… allá donde el abeto.




Seguí caminando hacia ese abeto que nos une en historias diferentes. Cercano ya en la distancia, vi que no estaba sólo que tenía a mi alrededor personas soñando los mismos sueños.

Pude pensar y pensé en la armonía
de un tiempo compartido en silencio.
Pude mirar y miré al cielo.
Pude mirar a mí alrededor la gente
que contemplaba el mismo abeto.
Desde diferentes perspectivas
cada cual con su vida y sus secretos:

La Navidad está al acecho.

IGNA (Nachodenoche)




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Camino a través del gran bosque de abetos, me dejo embriagar por su perfume y admiro extasiada la gran belleza de estos gigantescos amigos. La palma de mi mano acaricia el tronco de uno de ellos mientras pienso en ti y me hago la promesa de no cortar ninguno para adornar la Navidad. Serán guirnaldas de amor las que, colgadas por toda la casa, esperarán tu llegada.

DURRELL (Hacia mi destino)
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La ciudad se viste con sus mejores galas y se anuncian grandes excesos para recordar a quien nació en la sencillez… Se adorna el árbol y se enciende la estrella, se abre la caja que de un año para otro guarda el escenario del Belén.

El camino de asfalto se llena de viajeros. En los ojos la luz de la ilusión, también la nostalgia, y el pensamiento hace promesas nuevas que ocupen el espacio de tantos olvidos.


Buscamos calidez en las palabras alrededor de la mesa: es Nochebuena, y alzamos la copa para brindar por los buenos deseos… ¡Feliz Navidad!

ALONDRA (Volar sin alas)



22 de diciembre
Cada dos minutos nos asomábamos a la calle, temblábamos de impaciencia o, a buen seguro, de frío. Cuando llegaba mi padre, mi madre se adueñaba de la paga y ponía en nuestras manos un billete. Entonces mi hermana y yo emprendíamos una carrera cuesta abajo hasta llegar a la única tienda de ultramarinos que tenía el pueblo. Luego subíamos más despacio (nunca eran tan armónicos nuestros afanes). Entre ambas, un ansiado y pesado tesoro. Al llegar a casa, entre risas nerviosas y tirones, abríamos aquella caja de mantecados y polvorones de cada Navidad. Nuestro deseo era hallar entre los dulces el Parchís que reposaba en el fondo de la caja, y que suponía el único juguete que nos divertiría hasta la venida de los Reyes Magos.

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Es Navidad y entre luces de colores corretea un niño




Quien ensimismado observa el trasiego de la noche
Camina, corre, canta hasta cansarse
Se duerme y sueña con su mundo de ilusiones

Es Navidad. El niño ya crecido recoge la derramada nieve
Observa las luces del abeto acicalado
Comprueba lo falso de sus sueños del pasado
Se entristece por las ilusiones segadas por su suerte

Prosigue su trabajo de apartar la escarcha
Despejar el camino para que lo transiten otros
Que caminan sin verle, sin mirar su cara
Cegados, quizás, por tantas luces de colores

¡Feliz Navidad! Le grita un chiquillo
Se vuelve asombrado por tal gentileza
Ve a un niño jugando que le mira ilusionado
Y que esconde en sus ojos ciegos la luz de las estrellas

Le acaricia el pelo, le coge la mano
Le deslumbra la luz que irradia su cara
Le sosiega el Alma y renacen sus sueños
Al descubrir que la auténtica luz que inunda de esperanza
Habita en los corazones de las otras almas

¡ Feliz Navidad!

SHEREZADE (Déjame que te cuente mis secretos)


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A CORAZÓN ABIERTO

Cada comienzo de año
renacen ilusiones
dibujamos proyectos
bordamos esperanzas.
Cuando un ciclo se acaba
un sol nuevo aparece
hay llovizna de auroras
liviandad en el aire.
Entonces intentamos
dar vuelta lo imposible
elevando las voces
por amor y justicia.
Justicia equitativa
para el niño abusado
contra el hambre y la guerra
a favor de la vida.
Oremos desde el alma
a corazón abierto
por todos nuestros sueños
de afectos y reencuentros.
¡Acaso sea posible
renovar los milagros!
CATALINA ZENTNER ( Memorial de silencios), Buenos Aires, diciembre de 2010.
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Los sentimientos revolotean entre los leños encendidos del hogar, que como cada
año, parece relajado y feliz crepitando al compás de las voces cantarinas.
La estrella del abeto reluce de forma inusual, como si el espíritu de la Navidad se hubiese instalado en ella, embelleciéndola e instándola a iluminar, aún más si cabe, esos regocijados corazones al verse unidos.
Es la magia prendida en el ambiente; paréntesis anual de dolores, sufrimientos y penas acumuladas a lo largo de los días que en este espacio de tiempo, se refugian en el olvido.

MARINEL (Letras Derramadas)
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"Olor a anís y a limón en el aceite listo para los roscos.




El árbol, el belén, los regalos... el teléfono sonando.
La casa está más llena, hasta de los que ya no están.
El corazón, el alma... lo mejor de nosotros retoma el sito que le corresponde.
Un niño nos habita, lo sepamos o no. Un niño y un anciano, y juntos de la mano
nos recorren y lo miran todo desde nuestros ojos.
Somos inocencia y ternura, más que cualquier otra cosa.
Ven, la cena esta lista"

MANUEL D.G.(Los silencios rotos de la luna)
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Siempre que puedo salgo de paseo una hora o dos por la mañana aunque no me es posible siempre, pero hoy quiero que me acompañeis.
Paso mi calle, cruzo un puente, otra calle y ya estoy. Ante mi se divisa un mundo perfecto al que soy totalmente adicta por su paz.Hace frio, tengo la cara helada, pero sigo adelante por el camino de piedras a ambos lados, cubiertas de verde musgo.Escucho a lo lejos ovejas llamando a sus dueños, tambien pajarillos contentos al ver comenzar un nuevo día. A lo lejos preciosos valles cubiertos de mil colores, arriba las montañas cubiertas de nieve. Tengo que decir que me gusta más la primavera. En esa época es precioso, por su verde lleno de florecillas de todos los colores, los animales sueltos pastando...un verdadero placer...
Soñando llego a casa y me doy cuenta...¡Si estamos en las Fiestas de Navidad! Un año más...qué bonito es vivir...disfrutemos todos juntos de lo que tenemos, que es mucho de verdad, solo hay que pararse un poquito para verlo y escucharlo.
Felices Fiestas con todo mi cariño.
NURIA (Mis pensamientos)




Soñé con una Navidad distinta. Había menos ruido en las calles, pero más luz y más canciones en las casas. Los escaparates de los comercios no lucían esplendorosos, pero la gente festejaba jubilosa en las iglesias, en las Casas de Cultura y en los Centros Sociales. Los periódicos estaban escasos de noticias porque los partidos políticos habían decidido por fin unirse para sacar al país de la crisis. Se había lanzado una campaña auspiciada por las instituciones civiles y religiosas, así como por los líderes de opinión, para que los pobres, los sin techo, los solitarios, pudieran esa noche celebrar la Navidad en el seno de una familia de acogida. Las familias habían hecho comprender a los niños que este año sólo tendrían un juguete ya que el dinero restante se utilizaría en una macro campaña contra el hambre y la pobreza. Dios había vuelto a nacer en el Mundo. Era de verdad Navidad para todos.

FEDE (Quizá soñar)
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A dos carrillos

Todo me envuelve en estas fechas,




la niebla madrugadora,
el abrazo pacífico del vecino
y una conocida bandeja de polvorones.

Mis cuñados vendrán con pandereta,
zambomba en las manos de los niños y besos,
besos a dos carrillos.
Quisiera fabricar un saco con estos bienes,
mandarlos sin remite al desconocido
que vive en el portal del banco,
a la sombra de un cajero
y acudir al laberinto de la soledad.


JESÚS ARROYO ( Caminos de Tinta)
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¿Me preguntas que sentimiento me inspira la Navidad...?
No sé si seré capaz de transmitir en palabras lo que mi corazón siente y mis ojos dibujan cuando llegan los días donde el muérdago pone la nota de color carmesí en casi todos los hogares.
Son días de paz y reencuentros cobijados en el amor de la familia. Armonía que se respira en cada rincón de la casa.
Para mí en particular este año que comienza es un tanto diferente, porque se ha cerrado el periplo de un libro que se escribió durante cuatro años sin tener un final feliz... Pero se hizo la luz hace dos meses, y la vida continua tan bella como el trinar de los mirlos cuando me dedicaban sus fantasías al comienzo de aquellas cuatro primaveras...
¡Feliz Navidad para todos los hermanos que habitan la tierra!

Mª DEL CARMEN (La Gata Coqueta)
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Como el turrón de aquel anuncio, “vuelvo a casa por Navidad”. Con guantes y bufanda camino por una calle comercial: luces de colores, escaparates, regalos… Llegan hasta mis oídos las notas de un villancico que despiertan en mi mente recuerdos de un tiempo atrás.




Con nostalgia rememoro cuando buscaba con papá piedras, arena y musgo para hacer nuestro belén, cuando mamá y yo redactábamos los christmas a la familia, cuando después de la cena de Nochebuena cantábamos juntos villancicos, cuando los tres hermanos escribíamos con ilusión la carta a los Reyes Magos,
Son dulces recuerdos, muchas cosas han cambiado, nos hemos hecho mayores, otros pequeños llegaron. Pero sonrío al pensar que mantenemos la tradición de reunirnos estas fiestas para comer o cenar, para compartir en familia la sidra, el turrón, el mazapán, dedicar un pensamiento para los que ya no están, darnos un beso cariñoso y hacer un brindis especial para desearnos todos una feliz Navidad.
¿La celebraremos juntos también el próximo año?… Quiero disfrutar de estos momentos de alegría, cariño y unión familiar. ¡Quién sabe lo que el futuro nos puede deparar!

LUISA M. (Volar sobre el mar)


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Siguiendo la estela de las luces, allá a lo alto, fui capaz de encontrar el abeto que marcaba el camino. Ese, el más alto, el que marcó mi vida un día, el mismo por el que inicie el transito.





Durante el largo viaje a mi alma la acompañaron las caricias, las miradas, los susurros… Me recordaron donde estaba y quien era. A lo lejos, lo pude ver como se fundía con las nubes, con la niebla… Con la luz por encima de ella…

Y como el Moldava lo recordé, cuando al llegar sinuoso a la llanura se confundió todo él con los sones alegres y festivos. Ahora era ya la música el todo, la música que me indicó el camino.

Feliz Navidad.

ERITIA (Manzanas Doradas)


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EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD

Dulces para la Navidad. ¡Que también la Navidad sea dulce! Lo dulce es símbolo del fruto cuando está maduro. El fruto maduro es blando y se desprende de la rama sin ningún esfuerzo. Todo en el fruto maduro se ofrece para ser consumido, podríamos decir que todo en la planta ha sido programado para el servicio.
Como en el fruto, la dulzura es símbolo del amor maduro. ¡Que los dulces de la Navidad sean el símbolo de tu dulzura interior, que no sea simplemente un analgésico, un anestésico para tu amargura y tu acidez interior! El amor genuino es dulce, tierno y sencillo; es también, como lo que recién ha nacido, puro y fresco.
El amor, cuando no lleva muchos adornos externos, tiene la sencillez de los niños y por eso se puede disfrutar. El ser profundo tiene esa cualidad fluida del amor que es la ternura, una bella mezcla de inocencia y dulzura.
La ternura es el amor en su expresión menos refinada, más espontánea y pura; es ese amor casi infantil que se abandona a la profundidad del presente. La ternura disuelve la rigidez de todas las fronteras, derrite el hielo del separatismo y nos devuelve a ese lenguaje universal de los niños, cuya naturaleza profunda es dulzura..
ALI MONTERO (Punto y aparte) Chile, diciembre 2010






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Y los niños de aquel aislado y pobre pueblo Peruano del Altiplano se reían, mientras se arremolinaban en torno a la plaza de la Iglesia, buscando un lugar para sentarse, apretándose unos a otros mientras gritaban y cantaban, presos de una excitación pura, sin cortapisas, sana, limpia y llena. Fue entonces cuando algún adulto grito "Silencio que empieza" y todos, incluido los más pequeños más rebeldes, callaron al unísono, expectantes y deseosos de que el espectáculo comenzara de nuevo, como siempre, año tras año, la noche fria de cada 24 de Diciembre, desde hace ya miles de décadas.De repente, las estrellas del firmamente se juntaron, y otras desconocidas para el más erudito de los humanos surgieron de la nada haciendo piña con las primeras, hasta que todas juntas consiguieron formar un tapiz gigante, uno de infinitos puntos brillantes que resaltaban sobre un bello manto de fino terciopelo negro; Todo un nuevo universo jamás antes visto, vestido de radiantes estrellas.




Se movían los astros al unísono, apagándose y encendiéndose sincronizadamente, haciendo creer a los allí presentes que se trataba de una película de amor o...de indios y vaqueros, o tal vez de risa, pero nunca de odios ni guerras...
Y todos rieron, todos gozaban, ya nadie reparaba en sus miserias.
Era el cine de los pobres, era el cine de aquellos que jamás sala climatizada pisarían, pues la más cercana estaba a varios miles de leguas.
Era el regalo de los Dioses, de la Luna, de la vida para aquellos que nada tienen, pero nada piden, y nunca se quejan.
Era el cinemascope del destino, ahora dibujado por las estrellas.
Y al final del espectáculo como cada año, las estrellas más bellas se juntaban y formaban un cartel que póstumo leía.


FELIZ NAVIDAD HERMANOS, HUID AL MENOS HOY, DE TODAS VUESTRAS PENAS.....LA TIERRA DE GENJI
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¡FELIZ NAVIDAD Y UN 2011 LLENO DE VENTURAS!

Ali Montero; Alondra (Volar sin alas);Avalon y Etinarcadia(Calle Quimera); Catalina Zentner (Memorial de silencios); Durrell (Hacia mi destino); Elsa (Los Viajes de Elsa); Eritia (Manzanas Doradas); Fede (Quizá soñar); Franki (Apuntes de un paseante solitario);Ignacio (Nacho de noche); Jesús Arroyo (Caminos de Tinta);La Tierra de Genji; Luisa M.(Volar sobre el mar);La Gata Coqueta; Malena (El Tintero de China);Manu D.G.(Los silencios rotos de la luna);Marinel (Letras derramadas);Nuria (Mis pensamientos); Trini Reina; Sherezade (Déjame que cuente mis secretos) .