Este es el título del maravilloso artículo de la escritora y periodista española Ángeles Caso, publicado en la Vanguardia el 19 de enero de 2012.
He tenido la gran suerte de leerlo, y sentirme totalmente identificada con la grandeza moral que tan bellas letras encierran, además de deleitarme por la exquisitez literaria con la que se ha construido el texto.
Aunque no es lo que acostumbro, me apetece publicarlo para que los que se pasen por esta página, disfruten, esta vez, de auténtica calidad en todos los sentidos y, sobretodo, de la sabiduría y sensibilidad que Ángeles Caso, al menos con este artículo, derrocha.
Disfrutadlo y saboreadlo. Desde luego, me sumo a esta Oda a la Valentía y Sensibilidad.
Gracias por decirlo tan claro y bonito, Ángeles.
La Vanguardia.com
19/01/2012
LO QUE QUIERO AHORA
Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.
Autora: Ángeles Caso
Sherezade
Querida Amiga:
ResponderEliminarSolo puedo decir " EXQUISITO ", con letras mayùsculas.
Un beso.
Angeles Caso, se puede permitir ese escrito después de haber estado en la cima del éxito.
ResponderEliminarYo lo firmaría igualmente
Saludos
Sherezade,gracias,muchas gracias por dejarnos esta maravilla.
ResponderEliminarAngeles es una persona íntegra y sencillamente humana y divina.Me ha encantado el texto,estoy completamente de acuerdo con ella...La vida es así...Disfrutar de cada instante con los seres,que quieres y tener la naturaleza al lado,todo lo demás sobra.
Mi felicitación por este post y mi abrazo inmenso,amiga.
FELIZ FIN DE SEMANA.
M.Jesús
Estupendo!! muchas gracias por esta delicia
ResponderEliminarBesos
Ha encontrado su paz interior, sabe muy bien lo que quiere y lo que no. Gracias por traer esta maravilla de texto.
ResponderEliminarBesos.
Gracias!!! se me había escapado este maravilloso articulo.
ResponderEliminarLlegar a esa conclusión de vida es maravilloso
Un besote cielo
¿sabes lo malo?que a esta conclusión llegamos cuándo algo malo o muy malo mejor dicho no ocurre.Eso es lo malo!!Deberiamos de vivir todosssss los dias pensando que hoy,es nuestro último día.Mil besitos y mil gracias por pasarte por mi blog.Por cierto...sigue fuerte con el tabaco.Tomate chicles, el estar masticando algo quizas te ayude.Y de verdad que no lo lamentaras.Se está tannnnn biennnn si esa asquerosa adicción!!!!:):):)Animoooo
ResponderEliminarYo eso no lo quiero sólo ahora, lo quiero para siempre, debo ser muy ambiciosa.
ResponderEliminarUn besote.
No es la primera vez que esta muer me ha dejado con la boca abierta. Sospecho que tampoco será la última. Considero a Angeles (junto a José Luis SanPedro) poseedora de una de las mentes más claras de nuestros país. La mayoría, la inmensa mayoría pensamos como ella pero es que además en su caso está la facultad de expresarlo tan limpiamente. Yo me confieso seguidor de sus palabras y también quiero lo que se podría definir como las cosas sencillas de la vida que al final son las que valen, distinguiendo entre lo caro y lo valioso como hace Ella. Hoy quiero darte las gracias por publicar su artículo por si alguien tuviese la desdicha de no conocer su trabajo pueda paliarlo con tu generosidad. Muchas gracias de verdad y un beso.
ResponderEliminarVerdaderamente creo que Ángeles sí que ha dado con el quid del para qué estamos en este mundo. Comparto todo lo que dice aunque ni en mil años podría decirlo como ella.
ResponderEliminarGracias, Sherezade, nunca lo hubiera leído de no ser por ti, y me ha dejado el alma tibia y en paz, perfecta para afrontar el lunes con una sonrisa esperanzada.
Besitos a los dos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstimada Sherezade:
ResponderEliminarA mi ángel Caso le hago caso en lo Que quiero ahora, y puedes tú Sherezade contarme mil y una historias en todos los ahoras por venir, siempre y cuando posean las claridad y profundidad de las palabras escritas de Ángeles Caso.
Decir más ya no es necesario. Mejor enmudecer de alegría y mascullar tiernamente sus palabras y echarse al campo a dar un paseo silbando con gloria, que este mundo vale la pena de ser vivido mientras existan mentes y espíritus lúcidos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
P.D. Vengo a través de la bitácora electrónica de mi amiga, la escritora-poetisa Gabriela Amorós.
Preciosa entrada amiga, cuanta verdad, yo quiero lo mismo.Ojalá muchos tuvieran tan claro lo que quieren y de esa manera, el mundo sería hermoso.Abrazos.
ResponderEliminarVeo con pena que lo que te escribi ya hace días no salió.Cosas de bloguer.Pero te doy las gracias por compartir esa maravillosa carta en la que estoy de acuerdo en todo.Mil besos
ResponderEliminarHola Sherezade...gracias por compartir este texto tan edificante. Claro, preciso, conciso y lleno de sabiduría.
ResponderEliminarRecibe un gran abrazo.
Emocionante hasta la médula, querida Sherezade.
ResponderEliminarHace unos días leí un fragmento de esta carta, pero sólo un párrafo, el segundo. Hoy que la he leído entera, estoy conmovida y asiento con todo mi espíritu a esas palabras de Ángeles Caso. Su carta está llena de sabiduría de la vida, no se engaña y sabe mirar lo importante, que siempre dirige la mirada hacia dentro y nunca hacia fuera.
Gracias por traerla y un grandísimo abrazo.
P.S.- Deseo que sigas sin fumar, Ni se te ocurra dar una calada, ni se te ocurra, que con el trabajo que cuesta no es cuestón de tirar todo por la borda.
Realmente precioso, unas palabras muy sabias para llenar nuestras existencias vacias.
ResponderEliminarMuy buena entrada Sherezade, gracias por hacernos reflexionar con ella.
Un abrazo.
lo lei varias veces y en cada una de esas veces lagrimas caian sobre mi rostro,senti que cuando hace ya mas de 30 años me preguntaron -recien recibida de arquitecta- ¿Marcela ahora que es lo que mas deseas ? de mi alma salio dije SER FELIZ, la respuesta no tardo y ah eso... ,si vos podes ser esto ,o aquuello... , por eso que alegria inmensa fue haber recibido este artículo ,donde toda la sencibilidad de la escritora pone los puntos ,lo que si es la vida , GRACIAS !!!
ResponderEliminarMARCELA BORDELOIS- ARGENTINA
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