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05 febrero 2011

LA CASA DORADA



(I)

Recorrí el camino empedrado que conducía a la casa. Toqué la aldaba de hierro que  adornaba el portalón.  Sentí que el tiempo se detenía mientras mi corazón brincaba sin consuelo. Tras lo que me pareció un siglo alguien acudió a la llamada y me abrió la puerta de mi antigua casa. Una mujer menuda y delgada en la que el tiempo no había logrado deshacer su belleza me miró de arriba abajo y de abajo arriba sin poder creer lo que sus ojos estaban viendo.

Para entonces, yo tampoco veía. Mi mirada era un torrente de lágrimas por demasiado tiempo contenidas que habían logrado, por fin, romper el dique que las bloqueaba.

Ambas permanecimos quietas, calladas, mirando en la otra la imagen transvertida del tiempo, sufriendo la desobediencia de las órdenes de movimiento que transmitíamos a nuestro cerebro y paralizaba nuestros brazos,  nuestras piernas, nuestra lengua.

No surgían las palabras porque sobraban ante la intensidad de la mirada. No nos abrazamos por miedo a perder el momento de ese encuentro.

Desconozco el tiempo que así estuvimos ambas, luchando entre la alegría y el miedo del reencuentro. Más su mano cálida tiró de la mía inerte y me devolvió con su sonrisa al calor del hogar que abandoné  años atrás.

Sin cruzar palabra alguna y sin dejar de mirarme fascinada tomó asiento en su mecedora de caoba, la misma en la que me arrullaba cuando era niña en las noches de tormenta para ahuyentar mi miedo. La misma mecedora en la que permaneció inmóvil cuando tiempo atrás cerré la puerta con un adiós prepotente y descarnado que sé que rompió su corazón.

Sin cruzar palabra alguna y sin dejar de mirarla fascinada me arrodillé ante su cuerpo y cobijé mi cabeza en su regazo, mientra le susurraba en silencio: ¡Madre, aunque soy mayor, tengo miedo; arrúllame de nuevo mientras besas mi cabeza y me cantas una nana para que pueda regresar la niña que se llevó el tiempo, la misma que tu peinabas con sus trenzas doradas y soñaba con la realidad de sus sueños. Mamá, juguemos a que la vida es un camino de rosas por siempre perfumadas que cuando lo recorra, al final, siempre me esperarás en tu mecedora para curar mis heridas  y la sangre que derraman, y sonreír mis sonrisas y arroparme en la madrugada…juguemos, madre, juguemos a que mis miedos desaparecerán con la luz de la mañana…..!

Sherezade

30 comentarios:

  1. Un saludo desde "Tomara que tu viera.." Volveré...

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  2. Holaaaa.

    Vengo a devolver tu amable visita y a conocer algo mas de esa mujer que se ha quedado com o seguidora de mis pobres letras.
    He leido tu primera parte de "La Casa dorada" y tengo que decir que me ha gustado la estructura del relato y me ha dejado algo intrigado de como se va a desarroyar la continuacion asi que si me lo permites...me quedare cerquita para salir de dudas.

    Mi mejor sonrisa para ti,

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  3. Espero la segunda parte como <>.
    BSS.

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  4. La gran p...... es que se nos van esas madres. Y nos dejan solas.
    Con el terrible temor ya sin consuelo. Sin sus manos.


    Un beso grande.

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  5. Ya estas tardando amiga en seguir contando.
    Un beso

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  6. Enternecedor,aunque algún malestar o la distancia nos mantenga separados...por circunstancias...aveces tontas...el regreso a la casa materna es lo mas bello, lo mas hermoso,es el buscar ese amparo y ese hermoso e inolvidable...candor de infancia.

    Un abrazo, tierna amiga.

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  7. Muchísimas gracias por tus palabras en mi laberinto.
    Besos.

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  8. Nada..nada como el regazo de una madre amorosa para desgajar las penas, para sentir que hemos llegado a la paz que proporciona el final del camino...allì, se acabaron el dolor y el miedo...

    precioso

    abrazos

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  9. qué post tan cargado de sentimiento: el amor de las madres, unico e irremplazable.

    me enterneció esa necesidad de regresar al pasado!!
    kisses

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  10. bellas letras que clara dejan sentir la emocion en sentimiento en la piel ese momento de temor ...

    saludos
    linda semana
    abrazos

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  11. Sherezade, regresar a los brazos de la madre siempre sera hermoso para un alma como la tuya. Hermoso texto. Besos, cuidate.

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  12. Por muchos años que cumplamos, siempre nos hará falta ese arrullo, ese regazo. Siempre se irán nuestros miedos mientras allí estemos, aunque sea soñando.

    Besos

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  13. Ayyy... qué bonito, que emotivo, que entrañable... ya estoy impaciente por ver cómo seguirá...

    Un abrazo grande y con chispitas de cariño.

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  14. Después de tanto tiempo, espero poder ponerme al día con todos y todas..
    Recomenzar el año con la vida en brazos es lo mas bello del amor..

    Un abrazo
    Con mis
    Saludos fraternos de siempre...

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  15. Emotivo momento, momentos cortos que se hacen largos e intensos.
    Emotivo relato.
    Un saludo

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  16. Que hermosa historia, una madre siempre va cuidarnos, tengamos la edad que tengamos, siempre nos cuidara como si fueramos niñas.
    besoss

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  17. Quizás nada alegre más el corazón de una madre, que el regreso de un hijo/a pródigo/a. Tierno y hernoso relato, Sherezade, un placer leerte, mi niña.

    Te dejo un beso y mis mejores deseos para la semana.

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  18. Mi querida Sherezade: Me preguntaste un día que si podrías escribir una novela...¡Mi niña! Escribes de maravilla recreándote en los momentos y en los personajes. Me ha encantado este escrito.

    Brisas y besos.

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  19. Muchas gracias por tu visita. Si la infancia, la inocencia...

    Por tu casa merodeare.

    Un beso

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  20. A través de la vista
    visualizo tu nombre
    en el idioma de los duendes...

    A través del oído
    siento como las notas van dejando
    marcado cada encuentro...

    A través del olfato
    recibo el aroma de hinojo
    que bordea tu apartado de reposo.

    A través de los sentidos
    palpamos la vida
    y gozamos del mundo

    A través del horizonte
    percibo el paisaje,
    que se abre y me atrae
    para desearte
    una semana radiante

    María del Carmen

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  21. Tan lleno de ternura , tan entrañable ,que me ha conmovido , siguela....
    besiños

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  22. De inicio, misterio, pero el espíritu se sosiega en los brazos de la madre. Veremos qué pasa.
    Un abrazo.

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  23. Hola, estas situaciones existen en la vida, al marchar llevamos prisa, creemos comernos el mundo, a la vuelta llevamos aún más prisa, por que hechamos en falta aquello tan valioso que un día dejamos atrás.
    Un abrazo.
    Ambar

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  24. hola

    es un hermoso texto, te felicito.

    Un abrazo y feliz fin de semana

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  25. Regresamos a nuestras "casas" frecuentemente, para tomar aire.

    Un beso, Sherezade.

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  26. Sherezade…Siempre es un placer tu visita
    A mi blog…y agradezco tus elogios
    Feliz fin de semana
    Un abrazo
    Marina

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  27. La vida son círculos y a la niñez constantemente se vuelve, para avanzar es necesáreo que los círculos se abran en forma de hélice...
    Al índice de elasticidad se le suele llamar madurez.
    Me gusta este interesante blog.

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  28. Muy bonito y tierno relato Sherazade, a pesar de todo lo que hagamos siempre volveremos al lugar del que salimos sobre todo si en el solo podemos encontrar el amor de una madre, que es incondicional. Gracias por permitir conocer tu espacio.
    Un saludo

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  29. Como han comentado muy entrañable. Le he echado un pequeño vistazo a tu blog y me gusta lo que cuentas =)

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